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domingo, 21 de abril de 2024



 Reflexiones mías… y de otros.



Tengo desde hace tiempo un par de carpetas, mejor cuadernos, grandotes, formato A4 quizás, de esos de anilla y papel cuadriculado, donde de vez en cuando, cuando se me ocurre alguna cosa, acudo a él a escribirla. Se me dirá que en estos tiempos utilizar lápiz y bolígrafo suena a antiguo a otros tiempos, pero que quieres que te diga, me gusta hacerlo así, me resulta más cercano, más natural...luego lo paso a los medios,  entre otras cosas porque si quiero que salga en mi blog no tengo más remedio. Bueno pues este escrito va de trozos, de retazos, de ideas surgidas en cualquier momento, de pensamientos leídos o escuchados que me han provocado los míos. Por supuesto que también tengo muchos de los escritos del blog, los completos, los terminados. Por supuesto también estos trozos, como yo le llamo, no tienen relación entre sí, son pasados al cuaderno grandote tal cual se me ocurrieron. Son trozos, retazos, pensamientos recogidos en un tiempo; algunos son míos. Empezamos.




“”Vivimos en una sociedad de desvalidos, estamos en general desvalidos; niños desvalidos, jóvenes desvalidos, padres desvalidos, mayores desvalidos... Desvalidos ante la televisión, ante la pérdida de valores, de la publicidad avasalladora, invasiva, casi predadora...desvalidos ante leyes absurdas, contra natura y que nadie ha pedido, desvalidos ante políticos corruptos… ¿Que porcentaje de la sociedad actual ha pedido que una chica, menor de edad, que ha quedado embarazada, pueda abortar sin el conocimiento ni consentimiento de sus padres?.


“”¿Habéis visto en algún momento la manifestación del llamado “orgullo gay””? ¿Que tendrá que ver manifestarse por la defensa de unos derechos de igualdad con que lo hagan ridículamente disfrazados, rompiendo la más mínima guarda de las formas...echando por tierra lo que hayan podido conseguir.?””


“”Quédate con papa.

 Fue en uno de esos paseos matinales, de mantenimiento, como suelo llamarlos. Quédate con papá. Le oí decir a una señora de mediana edad, madurita que se dice por estos lares. Y la expresión parecía normal, de lo más normal del mundo, sino fuera porque solo veía a ella y al que suponía llamaba papa.  Este a su vez apremiaba “vamos, vamos”. Me paré porque no veía a nadie más...ni niño, ni joven...solo a un pequeño perro que miraba alternativamente a una y al otro. !!Era un perro.!!””


“”Decía alguien que la vida era “esencialmente hacerse””. La reflexión como norma para vivir, establecer prioridades. Se hace necesario conservar el dominio sobre uno mismo; evita ser absorbido por la sociedad. Es imprescindible ser dueño de uno mismo.””


“”La oí y la vi. Fue una saeta libre, espontánea, hermosa, directa...de un sentimiento enorme...de una persona de la calle. Era un chico joven. Y con su voz, con sus gestos, con su desgarro me llegó al corazón. Saeta. Era una saeta. Quizás por eso su nombre.”” Mi madre la cantaba, escondida, refugiada, protegida por las rejas y las puertas semiabiertas de una ventana


“”Todas las señales apuntan a un cambio de época, pero ¿somos conscientes de este supuesto cambio? ¿Estamos preparados para lo que se nos avecina?...inteligencia artificial, robótica invasiva, deseo de inmortalidad... Hace mucho, una persona a quien recuerdo con mucha frecuencia, y echo de menos el no tenerla cerca, me decía: “La Humanidad suele moverse a golpes de pendulazos.” No se porque pero estamos en uno de ellos, lo peor es que creo que nos va a coger a trasmano.


“”Para el filósofo Eugenio Trías, del que sale un libro recogiendo sus principales artículos en prensa escrita, y pienso que para muchos más “la transformación es radical y altera valores, formas de vida, modos de ver y de vivir”. Y yo me sigo preguntando ¿estamos preparados para vivir sin valores? ¿se puede vivir sin valores? .y en el nihilismo?. Hubiera querido ver transformarse la pasión en amistad, como quieren los moralistas, pero ha sido en la indiferencia, por lo demás, lo más corriente.””


“”El impulsó, el deseo o la fuerza por nacer, salir a la vida, a través del recorrido por ella, debería ampliarse al deseo de irse de ella cuando se sienta acabado el camino.””


“”No sientes la urgencia por gozar en plenitud del tiempo que queda.””


“”Buscar una simple, pequeña libertad de vacaciones, de momentos libres. Toda vida bien ordenada debería tenerlos y quien no sabe crearlos no sabe vivir.


Practicar una libertad alternativa; las emociones, las ideas, los trabajos...deben ser interrumpidos y luego reanudados; la certidumbre de poder ahuyentarlos o llamarlos les quita toda posibilidad de tiranía, y a la persona todo sentimiento de servidumbre.””


- La única referencia que tiene el hombre es el mismo hombre. Estamos todos en el mismo barco, que no deja de dar vueltas y mas vueltas en un espacio de soledad impresionante.


.- Es este un mundo donde gran parte de el la normalidad es sobrevivir y la otra mitad vive una supervivencia en un consumo atroz sin preocupación, tan solo viviendo en la búsqueda del placer, de lo lúdico, de la superficialidad... 


.- A lo mejor, rebuscando en los dos, (en cada uno) encontremos un lugar, (zona, sitio), en el que podamos convivir.


.- Un día te despiertas y te das cuenta de que puedes vivir sin ello.


.- La duda que busca, que no se conforma, porque el Dios que vive en uno no es de madera. Me gustan los universos pequeños.


.- La llamada Semana Santa, y las controversias, los asombros y las cómplices miradas cuando uno dice que no entiende la Semana Santa, cuando dice que no comprende la Semana Santa, cuando dice que no sabe de Semana Santa.


.- Y no entiende imágenes como no sea desde el arte. No entiende de imágenes que se veneran, como no entiende de Cristos a los que se reverencian. Como escucho a un gran hombre "mi Dios no es de madera".


.- Me es imposible aceptar el espectáculo, la música, las voces, el griterío ... Entiende la Semana Santa, como otra cosa, que no tiene que nada que ver con tu verdad ni con la mía, ni con mi Dios ni con el tuyo, ni con mis dudas ni con tus certezas;  la Semana Santa es otra cosa. Pero no es de ahora, es de cuando quedarse de pie al paso de cualquier imagen era casi un sacrilegio.


.- No se porque hay tanta intervención humana en las cosas de Dios, como en las religiones, como en las creencias... Demasiada intervención del hombre.



Y hasta aquí...por ahora. No voy a decirte cuales de ellas son mías. Es mejor así.







…y ya estoy en los 80



Hace unos días, a propósito de que un familiar, no muy cercano, me preguntase cómo estaba, la contestación que le di ya me hizo pensar en recoger en un escrito, este sintetizado “tiempo vivido”.

Si hay algo que destacar en este momento de los años cumplidos, es el hecho cierto, para mi, de que mi cabeza, mi cerebro está en mejores condiciones que lo ha estado hasta ahora. Bien es verdad, así lo pienso, que  cualquier momento de la vida de un ser humano es siempre el resultado de lo que ha ido acumulando hasta entonces, y no me refiero precisamente a lo material y económico. 


Un balance corto y rápido me dice que el resultado es positivo. Mantengo mi curiosidad de siempre, continuo con el asombro que siempre me acompañó, tengo proyectos, como también los he tenido, me apasiona lo que hago, el trabajo y no me siento más satisfecho que cuando estoy aprendiendo algo nuevo. La vida, en general, me parece maravillosa.


He llegado a esta edad con unos hijos sin problemas, si acaso los que casi siempre acompañan en los comienzos de vida en común con resultado de hijos a los que cuidar, educar y ponerlos en condiciones de que puedan ser autónomos. También la vida me dio nietos, que despertaron en mi un sentimiento que, confieso, no era de los que hasta entonces había tenido. Y me dió amigos.


Y estoy en la edad de que ya se decir si cuando así lo creo y no cuando también. Estoy en la edad en la que se separar el trigo de la paja. En la edad de creer en lo que yo quiera creer, sin sentimientos encontrados ni de culpa alguna,  con el espíritu calmo a pesar de ello. Estoy en la edad que no me importa en absoluto hablar de mis sentimientos. Estoy en la edad en la que no me importa nada que unas lagrimas asomen a mis ojos por la emoción, de una música, una puesta de Sol o del afecto de un amigo.


Soy consciente, y además es más que evidente, que el tiempo vivido es muchísimo mayor que el que me queda por vivir, y es verdad que la vida por delante que me queda es lo que verdaderamente me importa, porque a pesar de todo ello, no renuncio a nada. A pesar de ser iguales, de contar con las mismas horas, los días en este resto de vida transcurren a una velocidad que puedo asegurar es distinta a la de entonces, quizás por ello también queramos vivirla más intensamente…pero selectivamente también . Lo digo a menudo, y soy muy consciente de que ya empiezo a repetirme, que “a estas alturas de mi vida, quiero hacer lo que realmente quiera hacer, decir lo que realmente pienso, mostrar mis sentimientos sin filtros ni frenos de ningún tipo, trabajar todos los días en aquello que realmente me interese, no perder en ningún momento el horizonte de la amistad, cuidar mi egoísmo, que para eso me lo he ganado a pulso…y darme, si es posible,  cualquier capricho que se me antoje”, en definitiva, como dice el filósofo Pascal Bruckner, “quiero seguir exprimiendo mi vida, renunciar a la renuncia, aspirar a todo”. Quiero seguir leyendo, aunque luego se me olvide casi todo, quiero seguir asombrándome cada día de sus acontecimientos, de sus amaneceres y de sus primaveras. Quiero seguir con mis pasiones en todo aquello que siento y que pueda hacer. Ya se de mis limitaciones, y las he aceptado, se de mis imposibles, pero no quiero renunciar a mis asombros ni a la curiosidad que me provoca esta maravillosa vida, en este maravilloso mundo. Leía hace muy poco que “gozar de la vida es merecerla”. El placer que ello produce es evidentemente mío. Y a eso precisamente, quiero dedicar mi resto. Y no renuncio a lo vivido, ni a mis sueños.


Un amigo, mayor que yo, perteneciente a una tertulia que “dimos luz” otro amigo y yo, al acompañarle a tomar un taxi, ya andaba con dificultad, sin motivo alguno me dijo en el trayecto: “Juan Adolfo, los hijos tienen sus familias, sus responsabilidades, sus quehaceres…y los nietos pues sujetos a una carrera de estudios y amigos y demás…lo que de verdad queda es la amistad”. En ese a no renunciar a mis sentimientos, destaco muy especialmente al sentimiento de la amistad. Un sentimiento que perdura a través de los años y que en estos que ya tengo es un grandísimo soporte y apoyo. Con los años la amistad aparece más fuerte. No renuncio a la amistad.


He leído mucho y he olvidado mucho. He leído de todo porque todo me ha interesado, desde la narrativa normal al ensayo, de la historia en general a la filosofía, de las cosas del arte, de la música…mi curiosidad me inducía a ello. Es más probablemente haya desarrollado un “amor” especial a los libros; me gusta verlos, sentirlos, tocarlos, me siento acompañado cuando los tengo cerca…y tampoco renuncio a seguir leyendo, a seguir gozando de sus contenidos.


He pintado mucho, desde muy temprana edad, probablemente sin mucha constancia, quizás también porque esos quehaceres de esos hijos que citaba mi amigo mayor, me impedían mayor o más profunda dedicación. Pero mi gran pasión es el dibujo y si, he dibujado muchísimo, a grafito, a plumilla…lo sigo haciendo quizás con mayor pasión que el entonces y entrando en técnicas nuevas que me asombran y me llenan de satisfacción. Tampoco voy a renunciar a mis gran pasión por el arte.


Y, como oí a una señora muy mayor, a la que dibuje a grafito, quisiera morir con mis recuerdos y, añado yo “con las botas puestas”; como le decía a uno de esos amigos, “yo no trabajo, disfruto con lo que hago”. Cuando eran pequeños mis hijos, alguna que otra vez les pregunté que “donde estaba su tiempo”, me miraban sin entender y yo les decía “mirad donde esta el mío”. Siempre he considerado el valor del tiempo; ahora muchísimo.


Y estaré por aquí hasta que se cumpla mi tiempo, como a todos, con el deseo de seguir amando lo que me rodea y seguir sintiéndose querido, que puede ser una de los sentimientos más hermosos que puede tener el ser humano,






jueves, 16 de noviembre de 2023


 





Ayer, cuatro de noviembre de 2023, nos llegó la noticia del fallecimiento de un periodista querido, al menos para mí, por la sencillez, naturalidad y sentido común que llenaban sus crónicas, sus artículos; lo seguía, y lo leía, en el periódico para el que escribió gran parte de su vida, y que suelo leer a diario.


Las noticias que llegaban decían que había fallecido a los 92 años, pero realmente ya eran 93; cumplía años el próximo mes. Hago esta aclaración porque 2 o 3 días antes le había leído. Había estado trabajando en lo que era su pasión, su vida, hasta el final.


Después del sentimiento de pérdida de una persona, al que te unía una relación especial después de leerlo durante años con atención, de inmediato me dije: “Es lo que quisiera para mí; morir trabajando, estudiando, creando…sería un privilegio, tanto como había tenido este querido periodista, José María Carrascal.


Es este un tema recurrente , el de morir consciente de ello, que suelo tratar con mis amigos, ya octogenarios todos y casi el resto. En concreto uno de ellos, en alguna de tantas ocasiones en que me llama por teléfono y me pregunta que qué estoy haciendo, y yo contestarle, me dice: “ pero tú nunca dejas de trabajar? “No es trabajo, le contesto, es pasión, es curiosidad, es necesidad de conocimiento es imaginar proyectos cuando aún no he acabado con el que estoy.”


En general, por no decir todos, estos amigos de tertulia de cafés semanales, no pasan de tener ocupaciones generales, rutinarias en una parte del día, el resto, como me dice uno de ellos, lo pasa “aburrio”.


Hace unos días, hablando no recuerdo con quien de estos temas, le decía que pensaba que quizás esa “causa” de no hacer, de dejadez, incluso de cierto abandono intelectual, estuviera motivado por la pérdida de la curiosidad y la capacidad de asombro. Sobre ello tengo una anécdota de hace años, de cuando aún estaba en ejercicio laboral. Solíamos llegar, por aquello del aparcamiento, un poco antes de empezar la jornada de trabajo, tiempo que aprovechábamos para dar un pequeño paseo alrededor del edificio que precisamente es circular, un gran cilindro asentado en un cuadrado, que recoge en cada una de sus esquinas, características de distintos cultivos de Andalucia. En una de ellas había, entre otras plantas,  margaritas, pero en todas sus variedades; me paré a observarlas. En ese momento, mi compañero, que se había adelantado me preguntó que hacía y le dije que viendo las variedades de margaritas que habían. “En eso te paras?” En vez de contestarle le pregunte: Tu has estado antes aquí? Aquí donde? En la Tierra, en este planeta. Me miro “raro”. Es que yo es la primera vez que estoy por aquí y estas plantas no las conocía y me ha llamado la atención. Y es que da la impresión de que ya lo conocemos todo.


Hay momentos que me indigna que algún amigo me conteste que “aburrido” cuando le pregunto como estas. Siento que han perdido la curiosidad y la capacidad de asombro.


No hace mucho, vía WhatsApp , que tan de actualidad está, le decía a un familiar: “Quizás por todos los años que ido acumulando, que ya son muchos, y como resultado de ellos, he llegado a la idea de que una de las razones del porqué estamos aquí, esa pregunta tan recurrente, quizás sea el conocimiento,: el conocimiento que nos lleva a la sabiduría; si, ser un poco sabios. 


Una cosa es vivir y otra muy distinta “vegetar”.


Oí decir alguna vez que no nos deberíamos jubilar nunca, que deberíamos cambiar de ocupación, de trabajo, pero no cesar. Y estoy totalmente de acuerdo. Quizás exista el problema de que no todo el mundo se prepara para el día después y lo coge sin saber mucho que hacer.


El ejemplo de José María Carrascal, de enviar a su periódico de siempre su artículo diario, tres días antes de su fallecimiento, ya en los 93 años, es algo, repito, que desearía para mí; es morir con las botas puestas. Dejar dibujos a medio hacer, escritos en borrador, trabajos digitales empezados, lecturas a medias, fotografías a medio tratar, …serian señales de haber vivido hasta el último momento.


Que así sea.




jueves, 29 de diciembre de 2022







Cuando no hay que decir...




Bueno, en verdad es que no se me ocurre nada y ya me ha ocurrido en otras ocasiones; “en dique seco” me digo cuando me encuentro así y no solo de escribir algo, es que me pongo ante el tablero y ocurre igual, como si tuvieras la mente en blanco. Y lo curioso es que no solo me ocurre a mi, a mi amigo Guille le ocurre algo parecido, y a algún otro, pero este ultimo me dice que está “tumbado”, yo le contesto que tumbao viene de tumba. No le hace mucha gracia. ¿Que estás haciendo?, le pregunto, “Nada. Nada de nada, ni ganas”. No se, a lo mejor es que dejamos la mente en “barbecho”, recuperando fuerzas, ideas u ocurrencias. Y más o menos, me ocurre por Navidad y comienzo de año. A mi no es que me gusten mucho estas fiestas. la alegría que veo en momentos me parecen forzadas, y esos deseos de paz y felicidad...pues me los podrían dar en otros momentos…que, a lo mejor vienen mejor, y no suelen darse. Sin embargo en el pasado año me llegaron  en Mensajes, si en mensajes digitales, ya sabes, hoy casi todo es digital. ! quien lo diría verdad?¡ ;   han venido a sustituir a la tarjeta navideña, tan entrañable. ...uno de ellas, bueno uno de esos mensajes, de una amiga, me deseaba que, además que se me resolviesen algunos de los problemas en los que  anda metido uno, la Navidad Supongo,  me traiga la alegría y la despreocupación. Claro que lo de la alegría lo entendí  pero la despreocupación...no tanto. Y me he acordado de ella, de mi amiga, una mañana cuando, haya ya un tiempo, fui a coger naranjas. Son terrenos de unos amigos, que cuando paso unos días sin decir nada ya me están recordando ¡que se están cayendo las naranjas¡!. También tienen limoneros, pomelos y un árbol de nísperos cargado de flores. Y me he acordado de ella porque con frecuencia me habla de su patio, de sus árboles y de sus frutos; !que envidia me das!  le digo y muy sinceramente. 


En un día de sol es una gozada ir a coger naranjas. Me llama la atención el silencio, ahora que estamos tan rodeados de ruido, y me encanta, cuando ya se ha completado la carga, coger una del árbol y sentarme al sol de invierno a comérmela tranquila y serenamente. En algún momento pensé aceptar la invitación de estos amigos de ir a pintar allí; sobretodo mi amiga me insistía en ello  y me lo recordaba con frecuencia, y también me insistió en que pintase en cerámica; allí tienen la fabrica de ceramica que después venden con mucho éxito. Lo interesante de pintar en este medio es que lo que sale del horno, no tiene nada que ver con el color que pintaste. En verdad era un sitio apto para poder hacer cualquier actividad artística de este tipo, digo era porque ya no es posible. Mi amiga cedió todo aquello a uno de sus nietos y aquello ya no fue lo mismo. Los árboles frutales se abandonaron. Los días que fui, me dejaba las llaves de todo aquello, con sol de invierno, con el silencio del aislamiento y la compañía de todos aquellos árboles, de los que podías coger su fruto en cualquier momento, me hicieron disponer de unos ratos inolvidables. Aun así no fui nunca a pintar. Si fotografié y si disfruté de todo su entorno. Ya no volverá.


Bueno, y decía al principio, que era uno de esos días en que no se me ocurría nada, y no se porque, fíjate, porque en verdad tengo muchos motivos para escribir cosas y sucedidos en este rinconcillo íntimo que me he fabricado. A lo mejor es desgana, la humedad, el estar algunos días sin sol… Se lo decía a un amigo, también jubílata como yo... “”es que cuando estas activo, haga el tiempo que haga tienes que salir””, y es que no estamos acostumbrados. 


A mi los nublados me afectan, lo reconozco. Al principio me preocupaba, hay mala fama con esto de los nublados, pero cuando un amigo, querido amigo que se fue, médico, me confesó que a él también le ocurría pues que quieres que te diga, descanse. La verdad es que el sol trae alegría a la vida. Hablando de la vida, escuchaba en la radio, mientras iba a coger las naranjas, unas reflexiones sobre las contradicciones del socialismo actual que a mí, entonces, me parecieron aceptables. Más o menos decían que como es posible que esa ideología que se había destacado por la defensa de las libertades y la defensa de la vida, defendiera el aborto y la eutanasia. Me dio que pensar, no mucho la verdad, no doy para más, dos cosas solo; una que ambos casos no pueden defenderse al mismo tiempo, uno por extrema posibilidad de defenderse así mismo y otro por precisamente lo contrario por mayor edad, por carencias para poder defenderse asimismo. Bueno y...porque ninguno de los dos dan votos.¡!! Más tarde leí en el periódico, que casualidad, como hace tiempo una diputada socialista había dejado la política y a su partido, porque no entendía que la defensa de la vida se la hubieran dejado a la derecha. Alabo su honestidad, no su radicalidad partidista. Por cierto, hablando de valores, leí en un periódico que guardo, que conservo, como un articulista internacional, se hacía una serie de preguntas que transcribo:


.- Persistirán los valores europeos, si damos espalda al cristianismo, base de su origen y fundamento? 


.- Puede la sola razón crear una sociedad más justa y libre sin aquellos valores?


.- Es posible desarrollar una nueva cultura sobre los frágiles cimientos del relativismo?


.- Es viable una sociedad que da la espalda a la institución familiar?


Tiene enjundia.


  En una entrevista le oí decir a un musulman: “El problema no es que el islam avance, sino que el cristianismo retrocede.” En aquel entonces me parecía que decía algo de verdad. Y es que según el Anuario del Vaticano, el porcentaje de creyentes católicos en Europa  estaba en el año 2019, en el 21,8%. Y ya puestos en los medios, he oído esta mañana lo que ha dicho una dirigente socialista sobre la reunión que, sobre la familia se ha celebrado en Madrid: “Son misóginos.” Que habrá querido decir. No la entiendo. Quizás como estoy acostumbrado a razonamientos más largos, pues a este tan escueto y económico no llego. Pero me hubiera gustado saberlo. Por simple curiosidad.


  De vez en cuando me gusta ojear libros que ya he manoseado en su tiempo, su tacto, su olor, su textura me satisface; tengo un amigo que le ocurre igual. Uno de ellos sobre fotografía; fotografías de la sociedad; Campos, pueblos, costumbres, puertas, atardeceres...patios. Y me acorde de nuevo de mi amiga cuando volví a leer lo que sobre ellos, los patios, escribió alguien en su día.


.- “” El patio es siempre muy particular; con él la casa mira hacia adentro. Tiene en medio su pequeña plaza privada, propiedad particular (muy particular). Ya apenas hay plazas. En las que se llaman así solo se cruzan los coches sin apenas saludarse. No se cuando, en la EdadMedia, al ágora de los griegos y al foro de los romanos alguien le puso un tejado enorme, - dicen que un Arzobispo,- y lo llamo Catedral. Ahora es “ecclesia”, lo cual quiere decir que se debe estar en silencio. El Cabildo, más tarde, arrojó de buenas maneras, a los mercaderes del templo y les construyó una logia, la lonja. Desde entonces, cuentan, hacer la plaza, no era filosofar con los amigos, sino comprar al mercader del mercado. Y la Filosofía, barata o cara, ya no se convocó en la plaza pública, abierta y mundanal sino en un recinto cerrado y sano llamado Claustro Silencio en la Catedral. El ágora destartalada, por demasiado abierta, produce agorafobia, el Claustro por cerrado, claustrofobia, por demasiado cerrado. En el patio, hermafrodita, hecho justo a la medida de los hombres, se mitifica a Dios y al Cesar, por costumbre milenaria.””


Y a veces es un gran alivio cuando en esos momentos de sequía, no ya de cualquier actividad artística sino el hecho mismo de dialogar abiertamente sin telarañas mentales ni nublados en las neuronas, te encuentras inesperadamente con un interlocutor válido que hace que surjan todos los temas y las ideas que parecían dormidos. Me ocurrió en mi revisión de la vista. La tertulia “de dos” duro más que la propia revisión ocular. Hablamos de todo y con gran serenidad. Es de agradecer que puedas hablar sin frenos ni reserva alguna de lo divino y de lo humano con un interlocutor muy válido. No siempre se tiene la oportunidad de hablar de temas distintos a los habituales, ni de que con el que hablas ponga cierta cara cuando tú lo intentas. Y la vista, al parecer, y a pesar de la edad, se mantiene muy bien. Aprendí que la vista “no se cansa” por mucho dibujo que haga o por mucho ordenador que utilice. Salí muy estimulado de mi revisión, y…a pesar de los comienzos de este escrito, pues me ha cundido. No hay mas que ponerse, me decían cuando chico.






martes, 15 de junio de 2021

              
  Comprender la no creencia.
    


   

 Lei, no hace mucho, como alguien, no recuerdo su nombre, se hacia la siguiente pregunta:
“”¿Como es mas facil llegar al conocimiento del mundo, a través de Dios o a través de la Ciencia?. 
Para mi no era nueva ni creo que para mucha gente mas. Poner en manos de Dios la Ley  Gravitacional,   el concepto del “espacio-tiempo”, el origen de la vida, la solución de una pandemia o que el bicho de esa pandemia no nos coja, no deja de ser motivo, al menos, de una benévola sonrisa . Poner en manos de ese Dios, la solución de una pandemia, como me decía un buen amigo, no me impidió decirle que por eso mismo porque ese Dios no la había evitado. Se que ante el creyente, el ir acotando con razonamientos sus afirmaciones y creencias, es cosa de perder el tiempo; siempre hay una razón por la que Dios hizo o dejo de hacer algo. Tengo la anécdota personal de que ante mi postura en esos términos, se me dijo como único razonamiento de que yo no tenia fe. Y claro, la contestación lo puso mas difícil: ¿Como un Dios Padre Todopoderoso derrama sus dones caprichosamente sobre sus hijos, dandole a unos unos dones y negándoselo a otros?. No tiene sentido. Son respuestas humanas ante algo que trasciende precisamente esa humanidad.
   La Iglesia, los hombres a través de la Iglesia, a lo largo de los siglos han metido bien la pata en esto de la Ciencia, asignando a Dios, porque si, lo que es de la naturaleza. Hasta un jesuita francés, antropólogo de alto reconocimiento, fue materialmente expulsado de su seno. Fue Juan Pablo II, quien lo rehabilitó. Hablo de Teillard de Charden. Participaba de la evolución y la Iglesia en aquella época, los hombres de la Iglesia, que siempre han hablado en nombre de Dios, eran creacionistas.
   Actualmente, es mas difícil que la Iglesia, los hombres de la Iglesia, metan la pata en esas cuestiones.
Acabo de leer un interesantísimo libro que trata del Vaticano “desde dentro y desde fuera”, como dice un subtitulo y cuyo titulo es Descifrando el Vaticano. Un libro que permite “ver” y entender el funcionamiento de la estructura del vaticano, sus principales desafíos teniendo como referencia la historia del cristianismo.” Es interesante conocer el organismo mas complejo del mundo reducido a un no extenso libro. Pues entre los multiples organismos, Pontificias Academias, esta la Pontificia Academia de las Ciencias, que cuenta siempre entre sus miembros a varios premios Nobel y que hacen un total de setenta y dos desde la entrega e ese galardón. Pienso que ya es poco probable que se asigne a Dios lo que es de la Ciencia, es decir que vuelvan a meter la pata.
A raiz de todo esto, mas o menos, en el año 2019, el Vaticano y la Universidad de Kent en el Reino Unido, organizan conjuntamente en Roma, la primera conferencia mundial sobre “Comprender la no creencia”.
         Se hicieron entrevistas en profundidad a un total de 6.600 personas de los países en donde se realizo el estudio:
      .-  Estados Unidos, Brasil, Reino Unido, Dinamarca, China y Japon.
         Brasil, es el pais con mayor numero de católicos del mundo. (Seguido por Mexico, Filipinas y Estados Unidos. Después Italia, Francia, Colombia, Polonia, España… y la Republica 
Democrática del Congo.
      Estados Unidos es un pais rico, con una religiosidad fuerte, aunque con crecimiento del numero de los “no creyentes”.
          Reino Unido, pais de la vieja Europa, es de tradición protestante.
          Dinamarca. También de tradición protestante.
        Japon. Un pais rico y consumista, de tradición sintoísta, donde hace medio siglo el Emperador era considerado un Dios.
        China, dictadura comunista que persigue la religión desde hace décadas, con obispos encarcelados y desaparecidos.
     Bien, pues como resultado de las entrevistas en dichos países el estudio presentó 8 conclusiones:
          1.-  Hay muchas formas de ser ateo o agnóstico, muy distintas según los países y las circunstancias.
          2.-  En los seis países, la mayoría de los que no creen en Dios se identifican como «sin religión». 
          3.- Entre estas personas «sin religión», son minoría las que aceptarían la etiqueta de «ateo» o «agnóstico». Muchos prefieren otras etiquetas como «humanistas», «pensadores libres», «escépticos» o «seculares».     
          4.-  Los ateos de Brasil y de China son los menos convencidos de que su afirmación de que Dios no existe, sea cierta.
           5.- No creer en Dios no significa necesariamente no creer en otros fenómenos sobrenaturales, aunque estadísticamente es verdad que los ateos tienden a ser más escépticos en relación con estos que la media de la población.
           6.- Entre los ateos, el porcentaje de los que dicen que el universo «en última instancia carece de sentido» es mayor que el del resto de la población, pero aun así están muy por debajo 
del 50%
          7.- En temas de «valores morales objetivos, dignidad humana y derechos relacionados, además del valor profundo de la naturaleza», las posiciones de los ateos serían similares a las del resto de la población, dice el informe.
           8.- Cuando se pregunta cuáles son los valores más importantes de la vida, tanto los creyentes como los no creyentes suelen responder «familia» y «libertad» y, en grado algo menor, «compasión», «verdad», «naturaleza» y «ciencia». Así mismo, el estudio demuestra que la etiqueta exacta con la que se define un “no creyente” no siempre describe bien sus convicciones.
                  
           Por ejemplo, entre los brasileños que declaran «no sé si Dios existe»: un 27% se autoconsidera agnóstico, un 8% se autodeclara ateo, un 16% se declara «no religioso», un 13% prefiere declararse «espiritual pero no religioso», un 9% se declara «racionalista» y un 8% se declara «escéptico».
        Entre los chinos que declaran «no sé si Dios existe»: un 20% se declara ateo, un 18% se declara «racionalista«. Si revisamos el caso de los chinos que afirman, con firmeza, «Dios no existe», encontramos: un 22% se declara racionalista, un 21% se declara ateo y un 19% se declara «librepensador».
         Hay también preguntas sobre si la ciencia es «el mejor modelo para alcanzar el conocimiento»…  sin especificar la diferencia entre el conocimiento científico y otros conocimientos.
    En definitiva, una reunión muy constructiva de la que se han extraído conclusiones o “advertencias” muy interesantes como, por ejemplo, que la mayoría de los “no creyentes” cree, en cambio, en uno o varios fenómenos sobrenaturales, como la existencia de algún tipo de vida después de la muerte, la influencia de los astros, etc… o que la figura del “ateo convencido y dogmático” prácticamente no existe. Los no creyentes son muy distintos entre ellos y comparten valores mayoritarios positivos, como la dignidad humana, el respeto a la naturaleza, un alto concepto de la familia y de la libertad y el deseo de dar un significado a la vida.
        La mayoría de esos datos están tomados precisamente del citado informe sobre “Comprender la no creencia”.
         Mi parecer es que el ser humano, los seres humanos, están fuertemente unidos a “cualquier tipo de creencia”, resultado de un cerebro que ha evolucionado a través de los siglos sobre el apoyo de una “fe”, en Dioses y Mitos, así en general. Creo que forma parte de nuestra estructura y que no es fácil, por ahora, que esa “atadura”, en el sentido de dependencia natural,  desaparezca.
       En cuanto a la pregunta inicial, si creo en el extraordinario desarrollo de la Ciencia que ha permitido y sigue permitiendo “podar”, algunos mitos que han estado unido al ser humano a través de su evolución. Somos una pobre especie muy limitada, incapaz de comprender, por ejemplo, nuestro Universo; en definitiva origen, y final supongo, de todo.
          Por otro lado esta la evidencia, lo certifica el Anuario Vaticano, de la pérdida de católicos en Occidente, en Europa, concretamente.