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jueves, 16 de octubre de 2008

ESOS PEQUEÑOS DETALLES


Hay que ver que, si lo pensamos, la vida por lo general, suele estar hecha, formada, por pequeños detalles que quizas son los que en verdad hacen que la vida sea mejor vivida y en muchas ocasiones, casi en todas, merezca la pena vivirla. Pequeños detalles, pequeñas atenciones, pequeñas sonrisas, pequeñas frases, que... asi como suenan, tal como se leen... parece no debe costar mucho tenerlas, ofrecerlas, regalarlas. Y cómo consuelan, cómo ayudan...

Se de quienes la vida les ha azotado despiadadamente durante años, y como me decia uno de ellos, "la vida me tambalea pero no me tumba".

Una amiga, son mis referencias que le voy a hacer, casada, con marido, con hijos, con nietos..., a la que hace mucho tiempo que ni veo ni hablo con ella, hablando en una ocasión si no de estas cosas de otras similares, me decia con una voz tremendamente sincera, con dolor casi, con sentimiento, con ese algo que tienen a veces las palabras, ¡¡las dichosas palabras¡¡ cuando salen de muy adentro, cuando salen ... como cuando un suspiro muy hondo, me decia:"Mira Juan Adolfo, a mi me ponen una mano encima y me pongo a llorar". Salíamos de cenar, un grupo de amigos, y nos dimos de cara con una de esas noches brujas sevillanas hermosas, cálidas, acogedoras, que tanto invitan al paseo sosegado y al dialogo íntimo, y veniamos hablando de convivencias, de atenciones, de miradas ... de los pequeños detalles, de una mano en un hombro en un momento determinado, de una pregunta al aire... ¿como estas? ¿que estas haciendo ahora? o ¡que bien estas¡...

Tengo muy presente la reaccion de un buen y querido amigo, al que conozco muy profundamente, cuando alguien en algun momento le hace un comentario de alabanza, de reconocimiento o simplemente tiene algun detalle de atención, que siempre dice: "Por favor, ya, ya, que no estoy acostumbrado". Y me rio. Me rio con él, y le comprendo. Y me acuerdo de los "pequeños detalles".


Me sobrecogió el comentario, la confidencia de noche, que me hizo mi amiga. Tengo grabada aun su voz, la mirada, el estremeciemiento y el escalofrio, a pesar de la noche, cuando suspiró profunda, hondamente, diciendome aquello. Y le pase mi brazo por sus hombros mientras le deseaba que, al menos en algun momento, a partir de ese instante, alguien supiera dejarle... un pequeño detalle.

Tengo de fondo mientras te escribo estas lineas, tambien de confidencias, una música hermosa, suave, sencilla, apoyada a veces en un saxo alto y otras en un clarinete y siempre acompañados por otros pequeños instrumentos que la llevan casi en el aire, sin que se note, suspendida, y que me acompaña en este rincon de mi blog y que me regaló, como un "pequeño detalle"... ... otra amiga.

P.D. Pero mi amiga seguirá viviendo, seguirá sonriendo, seguira derramando generosidad en silencio y se le olvidara la confidencia contada a un amigo por el embrujo de una de tantas noches de esta Sevilla cautivadora... y porque lo necesitaba.