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domingo, 21 de abril de 2024



 Reflexiones mías… y de otros.



Tengo desde hace tiempo un par de carpetas, mejor cuadernos, grandotes, formato A4 quizás, de esos de anilla y papel cuadriculado, donde de vez en cuando, cuando se me ocurre alguna cosa, acudo a él a escribirla. Se me dirá que en estos tiempos utilizar lápiz y bolígrafo suena a antiguo a otros tiempos, pero que quieres que te diga, me gusta hacerlo así, me resulta más cercano, más natural...luego lo paso a los medios,  entre otras cosas porque si quiero que salga en mi blog no tengo más remedio. Bueno pues este escrito va de trozos, de retazos, de ideas surgidas en cualquier momento, de pensamientos leídos o escuchados que me han provocado los míos. Por supuesto que también tengo muchos de los escritos del blog, los completos, los terminados. Por supuesto también estos trozos, como yo le llamo, no tienen relación entre sí, son pasados al cuaderno grandote tal cual se me ocurrieron. Son trozos, retazos, pensamientos recogidos en un tiempo; algunos son míos. Empezamos.




“”Vivimos en una sociedad de desvalidos, estamos en general desvalidos; niños desvalidos, jóvenes desvalidos, padres desvalidos, mayores desvalidos... Desvalidos ante la televisión, ante la pérdida de valores, de la publicidad avasalladora, invasiva, casi predadora...desvalidos ante leyes absurdas, contra natura y que nadie ha pedido, desvalidos ante políticos corruptos… ¿Que porcentaje de la sociedad actual ha pedido que una chica, menor de edad, que ha quedado embarazada, pueda abortar sin el conocimiento ni consentimiento de sus padres?.


“”¿Habéis visto en algún momento la manifestación del llamado “orgullo gay””? ¿Que tendrá que ver manifestarse por la defensa de unos derechos de igualdad con que lo hagan ridículamente disfrazados, rompiendo la más mínima guarda de las formas...echando por tierra lo que hayan podido conseguir.?””


“”Quédate con papa.

 Fue en uno de esos paseos matinales, de mantenimiento, como suelo llamarlos. Quédate con papá. Le oí decir a una señora de mediana edad, madurita que se dice por estos lares. Y la expresión parecía normal, de lo más normal del mundo, sino fuera porque solo veía a ella y al que suponía llamaba papa.  Este a su vez apremiaba “vamos, vamos”. Me paré porque no veía a nadie más...ni niño, ni joven...solo a un pequeño perro que miraba alternativamente a una y al otro. !!Era un perro.!!””


“”Decía alguien que la vida era “esencialmente hacerse””. La reflexión como norma para vivir, establecer prioridades. Se hace necesario conservar el dominio sobre uno mismo; evita ser absorbido por la sociedad. Es imprescindible ser dueño de uno mismo.””


“”La oí y la vi. Fue una saeta libre, espontánea, hermosa, directa...de un sentimiento enorme...de una persona de la calle. Era un chico joven. Y con su voz, con sus gestos, con su desgarro me llegó al corazón. Saeta. Era una saeta. Quizás por eso su nombre.”” Mi madre la cantaba, escondida, refugiada, protegida por las rejas y las puertas semiabiertas de una ventana


“”Todas las señales apuntan a un cambio de época, pero ¿somos conscientes de este supuesto cambio? ¿Estamos preparados para lo que se nos avecina?...inteligencia artificial, robótica invasiva, deseo de inmortalidad... Hace mucho, una persona a quien recuerdo con mucha frecuencia, y echo de menos el no tenerla cerca, me decía: “La Humanidad suele moverse a golpes de pendulazos.” No se porque pero estamos en uno de ellos, lo peor es que creo que nos va a coger a trasmano.


“”Para el filósofo Eugenio Trías, del que sale un libro recogiendo sus principales artículos en prensa escrita, y pienso que para muchos más “la transformación es radical y altera valores, formas de vida, modos de ver y de vivir”. Y yo me sigo preguntando ¿estamos preparados para vivir sin valores? ¿se puede vivir sin valores? .y en el nihilismo?. Hubiera querido ver transformarse la pasión en amistad, como quieren los moralistas, pero ha sido en la indiferencia, por lo demás, lo más corriente.””


“”El impulsó, el deseo o la fuerza por nacer, salir a la vida, a través del recorrido por ella, debería ampliarse al deseo de irse de ella cuando se sienta acabado el camino.””


“”No sientes la urgencia por gozar en plenitud del tiempo que queda.””


“”Buscar una simple, pequeña libertad de vacaciones, de momentos libres. Toda vida bien ordenada debería tenerlos y quien no sabe crearlos no sabe vivir.


Practicar una libertad alternativa; las emociones, las ideas, los trabajos...deben ser interrumpidos y luego reanudados; la certidumbre de poder ahuyentarlos o llamarlos les quita toda posibilidad de tiranía, y a la persona todo sentimiento de servidumbre.””


- La única referencia que tiene el hombre es el mismo hombre. Estamos todos en el mismo barco, que no deja de dar vueltas y mas vueltas en un espacio de soledad impresionante.


.- Es este un mundo donde gran parte de el la normalidad es sobrevivir y la otra mitad vive una supervivencia en un consumo atroz sin preocupación, tan solo viviendo en la búsqueda del placer, de lo lúdico, de la superficialidad... 


.- A lo mejor, rebuscando en los dos, (en cada uno) encontremos un lugar, (zona, sitio), en el que podamos convivir.


.- Un día te despiertas y te das cuenta de que puedes vivir sin ello.


.- La duda que busca, que no se conforma, porque el Dios que vive en uno no es de madera. Me gustan los universos pequeños.


.- La llamada Semana Santa, y las controversias, los asombros y las cómplices miradas cuando uno dice que no entiende la Semana Santa, cuando dice que no comprende la Semana Santa, cuando dice que no sabe de Semana Santa.


.- Y no entiende imágenes como no sea desde el arte. No entiende de imágenes que se veneran, como no entiende de Cristos a los que se reverencian. Como escucho a un gran hombre "mi Dios no es de madera".


.- Me es imposible aceptar el espectáculo, la música, las voces, el griterío ... Entiende la Semana Santa, como otra cosa, que no tiene que nada que ver con tu verdad ni con la mía, ni con mi Dios ni con el tuyo, ni con mis dudas ni con tus certezas;  la Semana Santa es otra cosa. Pero no es de ahora, es de cuando quedarse de pie al paso de cualquier imagen era casi un sacrilegio.


.- No se porque hay tanta intervención humana en las cosas de Dios, como en las religiones, como en las creencias... Demasiada intervención del hombre.



Y hasta aquí...por ahora. No voy a decirte cuales de ellas son mías. Es mejor así.







…y ya estoy en los 80



Hace unos días, a propósito de que un familiar, no muy cercano, me preguntase cómo estaba, la contestación que le di ya me hizo pensar en recoger en un escrito, este sintetizado “tiempo vivido”.

Si hay algo que destacar en este momento de los años cumplidos, es el hecho cierto, para mi, de que mi cabeza, mi cerebro está en mejores condiciones que lo ha estado hasta ahora. Bien es verdad, así lo pienso, que  cualquier momento de la vida de un ser humano es siempre el resultado de lo que ha ido acumulando hasta entonces, y no me refiero precisamente a lo material y económico. 


Un balance corto y rápido me dice que el resultado es positivo. Mantengo mi curiosidad de siempre, continuo con el asombro que siempre me acompañó, tengo proyectos, como también los he tenido, me apasiona lo que hago, el trabajo y no me siento más satisfecho que cuando estoy aprendiendo algo nuevo. La vida, en general, me parece maravillosa.


He llegado a esta edad con unos hijos sin problemas, si acaso los que casi siempre acompañan en los comienzos de vida en común con resultado de hijos a los que cuidar, educar y ponerlos en condiciones de que puedan ser autónomos. También la vida me dio nietos, que despertaron en mi un sentimiento que, confieso, no era de los que hasta entonces había tenido. Y me dió amigos.


Y estoy en la edad de que ya se decir si cuando así lo creo y no cuando también. Estoy en la edad en la que se separar el trigo de la paja. En la edad de creer en lo que yo quiera creer, sin sentimientos encontrados ni de culpa alguna,  con el espíritu calmo a pesar de ello. Estoy en la edad que no me importa en absoluto hablar de mis sentimientos. Estoy en la edad en la que no me importa nada que unas lagrimas asomen a mis ojos por la emoción, de una música, una puesta de Sol o del afecto de un amigo.


Soy consciente, y además es más que evidente, que el tiempo vivido es muchísimo mayor que el que me queda por vivir, y es verdad que la vida por delante que me queda es lo que verdaderamente me importa, porque a pesar de todo ello, no renuncio a nada. A pesar de ser iguales, de contar con las mismas horas, los días en este resto de vida transcurren a una velocidad que puedo asegurar es distinta a la de entonces, quizás por ello también queramos vivirla más intensamente…pero selectivamente también . Lo digo a menudo, y soy muy consciente de que ya empiezo a repetirme, que “a estas alturas de mi vida, quiero hacer lo que realmente quiera hacer, decir lo que realmente pienso, mostrar mis sentimientos sin filtros ni frenos de ningún tipo, trabajar todos los días en aquello que realmente me interese, no perder en ningún momento el horizonte de la amistad, cuidar mi egoísmo, que para eso me lo he ganado a pulso…y darme, si es posible,  cualquier capricho que se me antoje”, en definitiva, como dice el filósofo Pascal Bruckner, “quiero seguir exprimiendo mi vida, renunciar a la renuncia, aspirar a todo”. Quiero seguir leyendo, aunque luego se me olvide casi todo, quiero seguir asombrándome cada día de sus acontecimientos, de sus amaneceres y de sus primaveras. Quiero seguir con mis pasiones en todo aquello que siento y que pueda hacer. Ya se de mis limitaciones, y las he aceptado, se de mis imposibles, pero no quiero renunciar a mis asombros ni a la curiosidad que me provoca esta maravillosa vida, en este maravilloso mundo. Leía hace muy poco que “gozar de la vida es merecerla”. El placer que ello produce es evidentemente mío. Y a eso precisamente, quiero dedicar mi resto. Y no renuncio a lo vivido, ni a mis sueños.


Un amigo, mayor que yo, perteneciente a una tertulia que “dimos luz” otro amigo y yo, al acompañarle a tomar un taxi, ya andaba con dificultad, sin motivo alguno me dijo en el trayecto: “Juan Adolfo, los hijos tienen sus familias, sus responsabilidades, sus quehaceres…y los nietos pues sujetos a una carrera de estudios y amigos y demás…lo que de verdad queda es la amistad”. En ese a no renunciar a mis sentimientos, destaco muy especialmente al sentimiento de la amistad. Un sentimiento que perdura a través de los años y que en estos que ya tengo es un grandísimo soporte y apoyo. Con los años la amistad aparece más fuerte. No renuncio a la amistad.


He leído mucho y he olvidado mucho. He leído de todo porque todo me ha interesado, desde la narrativa normal al ensayo, de la historia en general a la filosofía, de las cosas del arte, de la música…mi curiosidad me inducía a ello. Es más probablemente haya desarrollado un “amor” especial a los libros; me gusta verlos, sentirlos, tocarlos, me siento acompañado cuando los tengo cerca…y tampoco renuncio a seguir leyendo, a seguir gozando de sus contenidos.


He pintado mucho, desde muy temprana edad, probablemente sin mucha constancia, quizás también porque esos quehaceres de esos hijos que citaba mi amigo mayor, me impedían mayor o más profunda dedicación. Pero mi gran pasión es el dibujo y si, he dibujado muchísimo, a grafito, a plumilla…lo sigo haciendo quizás con mayor pasión que el entonces y entrando en técnicas nuevas que me asombran y me llenan de satisfacción. Tampoco voy a renunciar a mis gran pasión por el arte.


Y, como oí a una señora muy mayor, a la que dibuje a grafito, quisiera morir con mis recuerdos y, añado yo “con las botas puestas”; como le decía a uno de esos amigos, “yo no trabajo, disfruto con lo que hago”. Cuando eran pequeños mis hijos, alguna que otra vez les pregunté que “donde estaba su tiempo”, me miraban sin entender y yo les decía “mirad donde esta el mío”. Siempre he considerado el valor del tiempo; ahora muchísimo.


Y estaré por aquí hasta que se cumpla mi tiempo, como a todos, con el deseo de seguir amando lo que me rodea y seguir sintiéndose querido, que puede ser una de los sentimientos más hermosos que puede tener el ser humano,