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martes, 15 de junio de 2021

              
  Comprender la no creencia.
    


   

 Lei, no hace mucho, como alguien, no recuerdo su nombre, se hacia la siguiente pregunta:
“”¿Como es mas facil llegar al conocimiento del mundo, a través de Dios o a través de la Ciencia?. 
Para mi no era nueva ni creo que para mucha gente mas. Poner en manos de Dios la Ley  Gravitacional,   el concepto del “espacio-tiempo”, el origen de la vida, la solución de una pandemia o que el bicho de esa pandemia no nos coja, no deja de ser motivo, al menos, de una benévola sonrisa . Poner en manos de ese Dios, la solución de una pandemia, como me decía un buen amigo, no me impidió decirle que por eso mismo porque ese Dios no la había evitado. Se que ante el creyente, el ir acotando con razonamientos sus afirmaciones y creencias, es cosa de perder el tiempo; siempre hay una razón por la que Dios hizo o dejo de hacer algo. Tengo la anécdota personal de que ante mi postura en esos términos, se me dijo como único razonamiento de que yo no tenia fe. Y claro, la contestación lo puso mas difícil: ¿Como un Dios Padre Todopoderoso derrama sus dones caprichosamente sobre sus hijos, dandole a unos unos dones y negándoselo a otros?. No tiene sentido. Son respuestas humanas ante algo que trasciende precisamente esa humanidad.
   La Iglesia, los hombres a través de la Iglesia, a lo largo de los siglos han metido bien la pata en esto de la Ciencia, asignando a Dios, porque si, lo que es de la naturaleza. Hasta un jesuita francés, antropólogo de alto reconocimiento, fue materialmente expulsado de su seno. Fue Juan Pablo II, quien lo rehabilitó. Hablo de Teillard de Charden. Participaba de la evolución y la Iglesia en aquella época, los hombres de la Iglesia, que siempre han hablado en nombre de Dios, eran creacionistas.
   Actualmente, es mas difícil que la Iglesia, los hombres de la Iglesia, metan la pata en esas cuestiones.
Acabo de leer un interesantísimo libro que trata del Vaticano “desde dentro y desde fuera”, como dice un subtitulo y cuyo titulo es Descifrando el Vaticano. Un libro que permite “ver” y entender el funcionamiento de la estructura del vaticano, sus principales desafíos teniendo como referencia la historia del cristianismo.” Es interesante conocer el organismo mas complejo del mundo reducido a un no extenso libro. Pues entre los multiples organismos, Pontificias Academias, esta la Pontificia Academia de las Ciencias, que cuenta siempre entre sus miembros a varios premios Nobel y que hacen un total de setenta y dos desde la entrega e ese galardón. Pienso que ya es poco probable que se asigne a Dios lo que es de la Ciencia, es decir que vuelvan a meter la pata.
A raiz de todo esto, mas o menos, en el año 2019, el Vaticano y la Universidad de Kent en el Reino Unido, organizan conjuntamente en Roma, la primera conferencia mundial sobre “Comprender la no creencia”.
         Se hicieron entrevistas en profundidad a un total de 6.600 personas de los países en donde se realizo el estudio:
      .-  Estados Unidos, Brasil, Reino Unido, Dinamarca, China y Japon.
         Brasil, es el pais con mayor numero de católicos del mundo. (Seguido por Mexico, Filipinas y Estados Unidos. Después Italia, Francia, Colombia, Polonia, España… y la Republica 
Democrática del Congo.
      Estados Unidos es un pais rico, con una religiosidad fuerte, aunque con crecimiento del numero de los “no creyentes”.
          Reino Unido, pais de la vieja Europa, es de tradición protestante.
          Dinamarca. También de tradición protestante.
        Japon. Un pais rico y consumista, de tradición sintoísta, donde hace medio siglo el Emperador era considerado un Dios.
        China, dictadura comunista que persigue la religión desde hace décadas, con obispos encarcelados y desaparecidos.
     Bien, pues como resultado de las entrevistas en dichos países el estudio presentó 8 conclusiones:
          1.-  Hay muchas formas de ser ateo o agnóstico, muy distintas según los países y las circunstancias.
          2.-  En los seis países, la mayoría de los que no creen en Dios se identifican como «sin religión». 
          3.- Entre estas personas «sin religión», son minoría las que aceptarían la etiqueta de «ateo» o «agnóstico». Muchos prefieren otras etiquetas como «humanistas», «pensadores libres», «escépticos» o «seculares».     
          4.-  Los ateos de Brasil y de China son los menos convencidos de que su afirmación de que Dios no existe, sea cierta.
           5.- No creer en Dios no significa necesariamente no creer en otros fenómenos sobrenaturales, aunque estadísticamente es verdad que los ateos tienden a ser más escépticos en relación con estos que la media de la población.
           6.- Entre los ateos, el porcentaje de los que dicen que el universo «en última instancia carece de sentido» es mayor que el del resto de la población, pero aun así están muy por debajo 
del 50%
          7.- En temas de «valores morales objetivos, dignidad humana y derechos relacionados, además del valor profundo de la naturaleza», las posiciones de los ateos serían similares a las del resto de la población, dice el informe.
           8.- Cuando se pregunta cuáles son los valores más importantes de la vida, tanto los creyentes como los no creyentes suelen responder «familia» y «libertad» y, en grado algo menor, «compasión», «verdad», «naturaleza» y «ciencia». Así mismo, el estudio demuestra que la etiqueta exacta con la que se define un “no creyente” no siempre describe bien sus convicciones.
                  
           Por ejemplo, entre los brasileños que declaran «no sé si Dios existe»: un 27% se autoconsidera agnóstico, un 8% se autodeclara ateo, un 16% se declara «no religioso», un 13% prefiere declararse «espiritual pero no religioso», un 9% se declara «racionalista» y un 8% se declara «escéptico».
        Entre los chinos que declaran «no sé si Dios existe»: un 20% se declara ateo, un 18% se declara «racionalista«. Si revisamos el caso de los chinos que afirman, con firmeza, «Dios no existe», encontramos: un 22% se declara racionalista, un 21% se declara ateo y un 19% se declara «librepensador».
         Hay también preguntas sobre si la ciencia es «el mejor modelo para alcanzar el conocimiento»…  sin especificar la diferencia entre el conocimiento científico y otros conocimientos.
    En definitiva, una reunión muy constructiva de la que se han extraído conclusiones o “advertencias” muy interesantes como, por ejemplo, que la mayoría de los “no creyentes” cree, en cambio, en uno o varios fenómenos sobrenaturales, como la existencia de algún tipo de vida después de la muerte, la influencia de los astros, etc… o que la figura del “ateo convencido y dogmático” prácticamente no existe. Los no creyentes son muy distintos entre ellos y comparten valores mayoritarios positivos, como la dignidad humana, el respeto a la naturaleza, un alto concepto de la familia y de la libertad y el deseo de dar un significado a la vida.
        La mayoría de esos datos están tomados precisamente del citado informe sobre “Comprender la no creencia”.
         Mi parecer es que el ser humano, los seres humanos, están fuertemente unidos a “cualquier tipo de creencia”, resultado de un cerebro que ha evolucionado a través de los siglos sobre el apoyo de una “fe”, en Dioses y Mitos, así en general. Creo que forma parte de nuestra estructura y que no es fácil, por ahora, que esa “atadura”, en el sentido de dependencia natural,  desaparezca.
       En cuanto a la pregunta inicial, si creo en el extraordinario desarrollo de la Ciencia que ha permitido y sigue permitiendo “podar”, algunos mitos que han estado unido al ser humano a través de su evolución. Somos una pobre especie muy limitada, incapaz de comprender, por ejemplo, nuestro Universo; en definitiva origen, y final supongo, de todo.
          Por otro lado esta la evidencia, lo certifica el Anuario Vaticano, de la pérdida de católicos en Occidente, en Europa, concretamente.