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sábado, 6 de diciembre de 2008

UNA DIA EN LA FERIA DE SEVILLA


En uno de esos dias en que bajo a charlar con mi amiga Lola/Carmela, -un sitio precioso, rodeada como está de libros, como una Biblioteca que es, y decorado a base de madera y metal-, como siempre, como ocurre, como ya es norma, empezamos hablando, diciéndonos que que bueno que viniste y terminamos preguntándonos si habrá algún nuevo planeta en donde se pueda "meter" a los que sobramos en éste, y yo termino despidiéndome a "toda pastilla", porque no sólo estamos en tiempo de Adviento, sino también en tiempo de "curro" y que...cualquier dia me dan la papeleta y no precisamente para el nuevo planeta, sino a la calle de toda la vida. (Pilar es testigo mudo de lo que digo; aunque ahora habla mas, se ve que esta cogiendo confianza. Pilar es la compañera de Lola/Carmela). Bueno pues a lo que iba, que, hablando hablando en uno de esos dias, que si de arte, que si de restauración, que si de Oscar Gonzalez Quevedo, que si de parapsicologia, que si de los libros que le presté (que son unos muertos; no se la pobrecita como sigue leyéndolos), que si de una amiga que tiene en Boston que quiere mucho, que si de un tal Adriano que se ha colado en mi blog, que si del péndulo y la energia que tenemos,... en fin de cosas, como veis, muy trascendentales y sin las cuales, seguro que no podriamos casi vivir... acabamos hablando de la Feria de Sevilla. Y no es que yo tenga nada en contra de la Feria de Sevilla, pero le decia que si la Feria tiene siete dias no es para que una/o, mas una que uno, vayan todos los dias, sino que para que las unas y los otros, con sus respectivos/as, (todos, vamos) puedan ir algun dia, dispongan de espacio temporal suficiente para darse un garbeo; vamos que los siete dias estan para que pueda ir todo el mundo y no para ir el primer dia y quedarse en la Feria, siesta incluida, hasta que termine, "hasta si lo se no vengo", que los hay. La verdad es que la Feria, como en casi todo "lo nuestro" vive de exageraciones; estado, situación con la que yo no suelo encontarme muy a gusto. Y le conté un "sucedido", lo que me pasó un año en la Feria.

Habiamos quedado con otra pareja amiga, nada menos que en la esquina de la Caseta de Hacienda, ¡que también...! a las 12 de la noche. Como mandan los cánones (deben ser los mios) yo, bueno mi mujer y yo, estábamos en "ese sitio" a las 12 de la noche: no habian llegado aún. Las doce y cuarto y tampoco, las doce y media y tampoco, miro el reloj, la una menos cuarto... y ya le iba a decir a mi mujer ! me voy¡ cuando los veo aparecer tranquilos, relajados, limpitos, sonrientes... y cuando los tengo casi encima me dice él (sí él) ¿Con esa cara vienes tu a la feria?... Ese fué el comienzo de una noche de Feria. Con otra cara que tuve que poner, dadas las circunstancias, nos fuimos, como es costumbre también, a una Caseta donde nos esperaban amigos comunes y no comunes, que para eso es la Feria, y en la Feria cualquiera es un amigo. Los amigos eran "un monton". El socio de esa Caseta nos acogió, nos abrazó, nos contó un chiste y nos empujó, si nos empujó, al menos es lo que yo sentí, -"entrá pa dentro"-, para que tomaramos una copita. Cuando entro veo que la Caseta (un tubo de cuatro metros o poco mas de ancho), estaba a tope. Pero para el amigo comun como si fuese un campo de futbol y la Caseta fuese exclusivamente para nosotros. Hay que decir que casi como en todas las casetas, disponia de un mostrador corrido a lo "largo" que empezaba nada mas pasar y terminaba donde acabamos todos cuando nos hemos tomado doce o trece cervezas, y paralelamente un pasillo, pasillo que a esa hora estaba pues, como es natural, "empetao", que quiere decir mas o menos que no cabia ni un alfiler, lleno de parejas y "sueltos" y "sueltas". vamos desaparejaos, y ellas con el colorista, atractivo y abultado traje de gitanas y ellos como habian querido ir, que para eso estan en la Feria. Yo miré al amigo de mi amigo cuando insistió "pasá, pasá", y uno por no llamar la atención, por no sobresalir que se dice por aqui, pues intentó "pasá" y, en fin, ya os podeis figurar, quedamos todos "encajonaos", sintiendo cosas por delante y por detras, que era lo peor, porque uno no sabia. Y en ese momento, justo en ese preciso momento, el amigo de mi amigo que me dice: "toma tio" y me larga una copa de manzanilla, que la tengo que levantar por encima de mi cabeza, con una mano y ... ¡un platillo de potaje de garbanzos con una cucharilla encima" que cojo con la otra; todo esto, ya digo, "apuntalao" por las gitanas y lo que no eran gitanas. Yo, por seguir con la prudencia, digo yo porque mi mujer no se donde estaba, me dije por lo bajini, ¿y como me tomo yo esto?. En ello estaba cuando de pronto la voz de otro amigo de mi amigo que dice: "Ea, ahora nos vamos a la mia", supuse y supuse bien que se referia a su Caseta, y yo con la copa y los garbanzos que no sólo no habia probado sino que no sabia donde ponerlos para salir a otra Caseta. Asi que los solté como pude y, empujando, empujando, salí a la calle detras del amigo de mi amigo. (Ahora que lo pienso ¿donde se quedaria mi mujer?; pero debió de aparecer porque todavia estamos juntos). Y de nuevo entrada en otra Caseta, de nuevo llena hasta los topes, es decir desde la entrada hasta donde se acaba. De nuevo tubo/pasillo/empetao y la voz del socio que te grita "toma tio" mientras te suelta otra copa de manzanilla y... ¡un huevo duro! ¡de verdad! ¡un huevo duro entero!. Bueno, me dije de nuevo con los brazos en alto, al menos me podré comer el huevo duro; pero no se si sabeis lo que es tomarse un huevo duro a las tres de la mañana a "palo seco", yo sí. Y cuando empezaba a disfrutar del huevo duro, cuando ya lo habia mordido con todas mis ganas, (no habia comido nada en toda la noche) y estaba intentando "ensalibarlo", otro grito de otro amigo de mi amigo: ¡ahora a la mia!. De la sopresa me atraganté, y no se si sabeis lo que es atragantarse con un huevo duro, yo si. Intenté dar un sorbo de la copa de manzanilla antes de ir a la otra Caseta, pero el brazo hermoso de una gitana me ayudó... a echarmelo encima. Mientras todos iniciaban la marcha hacia la otra Caseta, supongo que incluso mi mujer, con la que evidentemente no podia decirle ni "mu", como tenia la boca, y yo también. Consigo llegar a la otra Caseta y nada mas entrar, sin poder tragarme el trozo de huevo duro que aun tenia entre los dientes, me largan un vaso de "cardo con un poquito de yerbabuena". Me dije esta es la mia, aqui me desongestiono, cojo el vaso y me lo llevo a la boca y...¡la madre que lo trajo! ¡el "cardito" estaba hirbiendo¡ si, ¡jirbiendo¡ ¿os figurais? ¡jirviendo y nadie me lo advirtió¡... solté la copa, el vaso, el cardo, la yerbabuena, los amigos, mi mujer... y con un grito que nadie entendió me dije ¡me voy a mi casa¡.

Lola/Carmela se reía...y me parece que seguia riéndose mientras me iba. Pero claro, ella no lo comprende, ella no tiene la suerte de tener unos amigos como los mios en la Feria.