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martes, 1 de julio de 2014

Lo que pude haber dicho en la inauguración de mi exposición y lo que habría dejado de decir si lo hubiera hecho.




        Tuvo un comienzo, como casi todo en la vida. No lo recuerdo muy bien pero alguien cercano a mi
comento el tema de mis dibujos a un cargo del Ayuntamiento. Aquello paso, como casi todo  en la vida, pero se retomo, y no se porque, a través de un amigo de profesión y antiguo compañero de trabajo y ademas, edil del Ayuntamiento del pueblo: Castilleja de la Cuesta.  El se encargo de pedir “los papeles” para solicitar exponer en la sala de la Casa de la Cultura y me los envió por el conducto reglamentario, es decir, el correo electrónico. Y ahí es cuando realmente empezó todo: cuando por teléfono me dieron el día y mes que me había sido asignado para exponer mis dibujos. Después vinieron las impresiones, de las que hablare, claro que hablare.

     El momento, la inauguración, era las ocho de la tarde del jueves día 12 de junio. Estuve en la mañana en la Sala de Exposiciones, ultimando la colocación y especialmente la iluminación de los dibujos, con Salvador, que me dijo que le encantaban, y también que si necesitaba algo estaría en la Biblioteca. Amable de verdad, como todos los de la Casa que he tratado, salvo  alguna que otra excepción, como suele ocurrir casi siempre. Cuando se fue Salvador, aproveche para quedarme solo en la Sala con todos mis dibujos, ordenados ya según mi deseo, colocados a la altura adecuada para ser observados  y con la iluminación correcta corregida por Salvador. Este es un momento muy especial para mi: situado en el centro de la sala, solos ellos y yo, los voy acariciando con la mirada uno a uno con el recuerdo de los momentos vividos mientras los iba realizando. Todos tienen su historia que queda grabada y que aparece cuando me recreo en ellos, formando parte de la mía. Al salir de la Sala, en el patio con fuente, habían colocado un atril y junto a el un operario estaba probando el sonido de unos altavoces. 

.-¿Esto es para esta tarde? -pregunte inocente yo,

.- “Si –me dijo- para la exposición”. 

     Mas tarde me confirmaría Inma, que a las ocho habría “unas palabritas de la Delegada de Cultura y… ¡¡otras mías¡¡¡. Supongo que ante la expresión que debí poner, Inma, la infatigable, trabajadora Inma, me dijo: “Juan Adolfo, unas palabritas, solo una palabritas explicando un poco tu obra, tus dibujos…” Como siempre aplicando el diminutivo para restar importancia. No me había visto en otra parecida. Así que, cuando llegue a casa, se me ocurrió hacer unas chuletillas que me sirviesen de recuerdo y orientación de lo que podía decir. Siete, siete chuletillas me salieron y que al final no tuvieron utilidad. Y lo cuento.

        LO QUE HABRÍA DEJADO DE DECIR

Inma, que lo prevé casi todo, ya me dijo que seria conveniente llegar un poco antes ya que la Delegada de Cultura quería conocerme y con ello hablar un poco de las cosillas mías que estaban colgadas, iluminadas y, por ahora, encerradas en la Sala de exposiciones. Me pareció bien y procure salir de mi casa, en Sevilla, a unos kilómetros de Castilleja de la Cuesta, con tiempo mas que suficiente. 

Nada mas salir, en un trecho relativamente corto, noto una circulación  lenta, anormal para esa hora y que no solo se mantuvo sino que aumento hasta convertirse casi en un atasco. Al acceder por fin a la carretera la presencia de policías de trafico me indico que ocurría algo. En el atasco me vi obligado a llamar a Inma porque estaba claro que no podría estar a la hora prevista por ella para la inauguración. Y con ella me entere: 
.- Las carretas del Rocío que vienen de vuelta. No te preocupes ya lo arreglaremos.

Pues tenían paralizada la autovía de entrada a Sevilla, habían originado un respetable atasco en buena parte de Sevilla y lo peor para mi, no se podía acceder a Castilleja por ninguna de sus entradas. Por “guasa”, ese ultimo invento-juguete tecnológico para jóvenes y adultos, empezaron a llegarme noticias de amigos y amigas invitados a la inauguración  de que no se podía acceder, que lo sentían, -anda que yo- y que ya irían otro día. Algún “guasa” de una amiga venia acompañado además de un “No hay derecho”. Y yo también lo había dicho y repetido cuando me entere de la causa. No hay derecho que un grupo de personas, corten la circulación, desequilibren una ciudad y un pueblo, impidan que muchas, muchas personas queden encerradas en sus vehículos impotentes por no poder recoger a sus hijos, o no poder llegar a su casa después de una jornada de trabajo o no poder cumplir tareas, encargos de sus empresas... La sirena de una ambulancia sonaba en ese momento con insistencia en la autovia ¿y ahora que? -pensé- Si no llegan a tiempo ¿de quien es la responsabilidad? ¿De los enfermeros, de los rocieros, de la Virgen del Rocío...? ¿Quien asumiría ser responsable? ... Pero es que ¿no pueden volver unas horas mas tarde? ¿a una hora donde ya la circulación haya remitido bastante y donde no producen las considerable molestias a pueblos o ciudades. y a gran parte de sus ciudadanos? ¿Por qué no lo hacen? ¿Necesitan que se les vea llegar cansados, llenos de polvo, .. los pobrecitos?. No lo entiendo y no hay derecho. Sigo creyendo que las creencias son personales y, si seguimos, carentes de aspavientos y espectáculos. Creo recordar una frase que según la Biblia dijo Jesus: algo así como ""cuando queráis hablar con Dios, o con su Madre, añado yo, id a vuestra habitación y allí rezadle."". Conseguí llegar y dos o tres invitados mas, a la Casa de la Cultura. Después   irían llegando mas. Inma, que esta en todo, me presento a la Delegada de Cultura, Mary Carmen. Me pareció una persona ademas de joven muy amable y muy cercana. Y hablamos, pero ya sin seguir el protocolo previsto. Al rato se abrió la sala y los que estábamos entramos en ella. Como siempre en estos casos, fue un rato, momento, muy agradable. 

Las Chuletillas o lo que pude haber dicho.

    Mas o menos, lo que sigue, era lo que tenía recogido en ellas.

""Hablar de lo que uno ha hecho, dibujado en este caso, pienso que no debe ser lo correcto, se corre el riesgo de exagerar, como puede ocurrir cuando hablamos de nuestros hijos; al fin y al cabo así los considero. El proceso de creación suele ser distinto, no solo según la técnica empleada, sino para cada una de las obras. Es algo curioso como se quedan guardados los tiempos empleados, las dificultades, el ultimo trayecto, en el caso de la tinta, con el riesgo siempre de estropear un trabajo de muchas horas. Y siempre todo empieza con una hoja de papel en blanco y con la duda, siempre la duda, de si serás capaz de hacer lo que te has propuesto, lo que ha propuesto tu inspiración, tu instinto o tu no se que, porque no sabría explicarlo: Estamos en un terreno de sentimientos. Esta mañana, en la sala, solo con mi trabajo, con mis dibujos, ordenados, iluminados, dispuestos para ser vistos... recordando la historia de cada uno de ellos,  he sentido una gran satisfacción. Solo por este momento vale la pena el esfuerzo.

     La idea que prima fundamentalmente la exposición  de las obras que presento, es el dibujo, fundamentalmente y sobre todo el dibujo. El dibujo visto desde distintas técnicas. Siento pasión por el dibujo y creo que es la base de todo lo demás. "Primero dibuja y después haz lo que te de la gana" les digo a quien me quiere escuchar. Cuando entréis en esa Sala os vais a encontrar con el dibujo visto desde distintas técnicas: plumilla, grafito, tintas, lápiz a color... el resultado obtenido es evidente y la dificultad para realizarlos os aseguro que es diferente para cada una de ellas. Por si misma, y no por lo que quieras hacer, la plumilla conlleva bastante tensión. Os puedo contar que ha habido momentos que al ponerme ante el papel mi mano no estaba en condiciones de hacer nada, bueno mas que mi mano mi estado de animo. Requiere tener la cabeza sin problemas, con lo difícil que es eso. El dibujo a lápiz, a grafito, es mas satisfactorio en cuanto al tiempo que le dedicas y porque dibujas "con red", con la seguridad de que un fallo puede ser corregido. Y disfrutas mas buscando las luces y las sombras. El lápiz a color requiere una técnica distinta; lo aprendí equivocándome, a base de cometer errores. En cuanto a las miniaturas me ha llevado mucho tiempo encontrar el medio mas adecuado y que permita continuidad en el proceso de la aplicación de los colores. Puedo decirles que, en general, todo se reduce a lo mismo: convertir un papel en blanco en una pequeña obra.
     Me gustaría, bueno quiero dejar constancia de la atención, del cuido, del mimo con que este proceso de preparación de la exposición ha sido tratado especialmente por quien ya considero amiga mía, Inma. Ni un solo detalle ha dejado sin atender. Su sensibilidad y otros sentimientos hemos comprobado que los compartimos. Ha sabido a poco los pequeños ratitos de charla. Muchas gracias.""

     Me acompañaron esos amigos de siempre, los que siempre están, con frío, con calor, con las diosas en contra... y me falto alguna amiga, seguro que contra su voluntad, las circunstancias siguen mandando, llena de sensibilidades, llena de color y repleta de creatividad. Gracias a todos.