Una tarde de cafe
ón, echo de menos un entendimiento sin palabras,...
No sabia
que decirle, no tenia palabras, ni ideas, ni pensamiento, ni ... y me quede mirándolo... podía oír sus latidos y los míos. No sabia, no supe que decirle. Era una tarde de cafe,
una mas de las que, de cuando en cuando, quedábamos para intercambiar cosas
nuestras y hablar de las del mundo, del mundo que compartíamos; una tarde en la que habíamos quedado como veníamos haciéndolo desde hace muchos,
muchos años.
No había
probado el cafe que nos habían servido, ni yo tampoco, claro y no me miraba a mi pero
estaba seguro que debía estar diciéndoselo a alguien.
Tenia la impresión, al escucharlo, de que aquellas palabras no eran las únicas que esta tarde tenia,
eran las que, por alguna razón, se habían hecho realidad, habían saltado a la vida
.- Se te
va a enfriar el cafe.
Es que no
sabia que decir, y aunque era verdad el consejo, -se te enfría el cafe-, era realidad era
una excusa que ocultaba mi impotencia por no saber que decir.
.- ¿Como estáis? Bien, estamos bien. ¿Y tu? ¿Y vosotros?...
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