Está haciendo un frío... Si ya se, ya se que son temperaturas que no tienen comparación incluso con las de otras ciudades de España, pero como no estamos acostumbrados y como, ademas, hemos tenido unos inviernos bastante cálidos, con menos frio de lo que pudiera ser normal, pues el frio de ahora nos tiene acobardados, y asi estamos, que nos pasamos el dia comprobando que temperatura hace y la que va a hacer. Claro que si a esta situación se une que el frio de por aqui, lo podriamos denominar como frio húmedo, hay que tener en cuenta que al menos yo, vivo "entre dos rios", pues peor, porque se "cuela en los huesos", como dicen los del lugar. Y parece mentira, con la "caló" que sufrimos cuando llega... lo que llega, que es que no se puede estar en la calle. Y me sale esto, cuando yo de lo que quiero hablar es de otra cosa, pero es que a veces es que está uno "arrecío"; es que salimos a la calle, como le digo a una amiga, "aparejao", con un montón de capas como las cebollas, con guantes, con calcetines térmicos, bueno... para que os voy a contar. Bueno pues yo de lo que queria hablar es de la jubilación, ya, no de las jubilaciones en general, sino de la jubilación... del hombre, no de las mujeres. Porque me ha venido una pregunta sobre esta cuestión que me ronda hace ya un montón de dias ¿hay vida despues de la jubilación?. Este verano, con el calorcito del mes de agosto, mejor en las noches despejadas de finales del mes de agosto, se habló de ello; se habló de la jubilacion y se dieron detalles de la situación en que se ha encontrado algun amigo cuando, por fin, entró en el júbilo. Concretamente se detalló lo que un novato jubilata le dijo a ese amigo cuando éste le preguntó como le iba. "Estoy como colgado de un guindo. Mira yo creía, y habia hecho planes, de que ya jubilado, sin ataduras laborales ni dependencias raras, pues dispondria de todo el tiempo del mundo para poder disfrutar de lo que hasta ahora no habia podido; pasear con mi mujer, hacer algun viajecito de vez en cuando, gastar mi tiempo en lo que me diera la real gana y esas cosas... y resulta que me encuentro que mi mujer no está, si como lo oyes, no está disponible porque prácticamente todo el tiempo se lo dedica a sus hijos y sus nietos y cuando no está en casa de ellos, ellos, mis nietas/os, están en la mia porque sus padres, pobrecitos, tienen que salir, y mas todavia, no soy prioridad en nada. " Y si ademas intento defenderme, me tachan de egoista. ¿Y ahora que hago? A mis 65 tacos recien cumplidos, desprendido del trabajo, ¿voy a dedicar el tiempo util que me queda a "chacho", niñera, canguro, y demas menesteres? ¿Pero a estas edades se le puede responsabilizar a nadie de bebes, o niños con muy, muy pocos años, a vestirlos, a limpiarlos, dormirlos, bañarlos, a darles de comer como si uno tuviera treinta años?. ¿Pero es justo que no pueda disponer de mi tiempo ni hacer planes porque ya se encargan de hacerlos por ti? "¿Y ahora que hago? me repetia, ¿me voy de casa? ¿busco otra compañia? ¿a estas alturas de mi vida?". El amigo no sabia que decirle. "Yo no sabia que decirle ni aconsejarle, de verdad". Bueno pues se habló de ello y bastante y hubo anecdotas y sucedidos de todos los colores y no recuerdo que hubiera ni una excepción acerca de que "ni era justo, ni habia derecho" y de que "daba pie a muchas separaciones".
El tema no es baladí, no es de broma, que a veces se hacen bromas acerca de "los abuelos canguros" y de broma no tiene absolutamente nada. Y es un problema... serio, porque si por un lado hay abuso bien patente por parte de las madres jóvenes, apoyado en la necesidad de ayuda que a veces también es evidente, hay un exceso de dedicación, en muchos casos no pedida a esos extremos, por parte de las abuelas. Vamos, su fin es convertirse en "superabuelas" a tiempo completo y el "abuelo" pues o entra en el tema o se verá colgado de un guindo o... buscara su salida como sea... y ello en beneficio de su propia salud "mental y de la otra".
20 comentarios:
Claro que a un egoista, que ha pensado siempre en primera persona del singular, no se le puede pedir que comprenda a su pareja, dedicada toda la vida a pensar en segundas y terceras personas del plural. Y si a eso de la jubilación vamos, que vamos todos y todos llegaremos, los que toda la vida hemos disfrutado, además del trabajo, de ver jugar a nuestros hijos y reir a nuestros amigos y ayudar a nuestros mayores, pues eso, que no vamos a estar en ningún guindo. Que tendremos mucho que hacer, muy a gusto.
Yo tengo otro amigo, jubilado, que hace tiempo me dijo que todo era cuestión de programación. No se puede dejar el asunto a ver que pasa. Los niños necesitan su rutina segura, y también los adultos. Y eso, en época laboral, nos lo da el horario y la obligación. Si piensas en la jubilación como un tiempo en que vas a hacer lo que te venga en gana, estás condenado a eso, a sentirte desubicado, colgado de un guindo.
Hay quien ha dedicado tanto tiempo al trabajo que ha pensado que ese era el fin, más que el medio de ganarse la vida. Y cuando se ve desprovisto de esa especie de cortina de humo, de supuesta importancia y trascendencia, se queda como el pintor al que le quitan la pintura, la pared y la escalera, y se queda con la brocha, dando brochazos al aire... sin nadie a quien mandar, sin nadie para el que signifique una referencia... porque en el mundo de los afectos, el mando carece de relevancia.
Hay que irse preparando, cultivando aficciones, que no se improvisan de pronto, cultivando pasiones, afectos, sensibilidades. Si se llega a los 65 pensando que estás de más en tu casa porque te sientes la chacha de tus nietos, pues eso, que estás de más.
Yo creo que, como en todo, en el término medio está la virtud. A mi me parece haber captado en el personaje, que no se trata de afectos, que supongo los tendrá, sino en disponer de tiempo, y no lo pide para él, que entraríamos en un supuesto egoismo, sino para él y su compañera. Efectivamente como dice tu amigo, quizás sea cuestión de programación, porque casi siempre puede haber tiempo para todo, si sabemos utilizarlo.
Me gustaria opinar aunque sea la primera vez que entro en este blog de manera casual. Yo no creo que se piense en la jubilación como un tiempo para hacer lo que te la gana. Tengo una persona amiga cercana, que jubilado me dice que ahora intenta hacer antes, lo que no habia podido hacer porque precisamente el trabajo y los hijos le habian ocupado el tiempo que le quedaba. Y, no se, yo creo que una cosa es que tu mujer ayude y otra que tu mujer no esté.
Ya estaba echando de menos a Clara. Sobre la jubilación pues oigo y veo y precisamente hoy he escuchado en la radio a un especialista y la cosa no está muy clara, Clara. Estan apareciendo unos porcentajes altos de estres y de otras cosas que no me acuerdo. Yo también escuche´una vez decir a un psiquiatra que era una necesidad el ser algo egoista. Bueno, no se si me he explicado muy bien.
Para disfrutar de tu mujer cuando te jubiles, tienes que haber aprendido a disfrutarla durante tu etapa laboral, igual que para tener una buena comunicación con un hijo adolescente, tienes que haberle dedicado muchas horas a hablar con él de crío. El discurso de tu amigo, Juan Adolfo, suena a un señor desubicado porque se ha encontrado de pronto con un entorno y una vida que le son ajenos, y con una mujer que tiene unos intereses propios, quizás construidos a la fuerza sin contar con él, que trabajaba todo el día y puede que no le hiciera ni caso. Si hubieran cultivado su relación y ella supiera disfrutar de su compañía, en estos momentos les sería más fácil acoplarse a la nueva situación. Que conste que no estoy defendiendo a ultranza el cuidado de los nietos o de los hijos por encima de la atención a tu pareja, sino que me parece que lo de querer tener al otro disponible, así de repente y a la propia conveniencia, no parece lógico. Casi nunca sale bien. Una buena relación cuesta mucho trabajo y es cosa de dos y de tiempo verdaderamente compartido.
Adriano, también creo que el egoismo no tiene por qué ser malo siempre. De hecho, para ser altruista, primero hay que quererse a uno mismo. Pero hasta para ser egoista hay que tener talento y saber hacérselo perdonar. Entonces suele dar muy buen resultado, desde mi punto de vista, claro, que no quiero dogmatizar y me estoy poniendo muy sentenciosa.
Clara, teniendo en cuenta que no he sido yo el que directamente ha hablado con "el que se queja", no tengo datos suficientes para el análisis de la cosa, sin embargo si tengo datos de otros amigos, en los que por las circunstancias laborales no han podido dedicar, no solo tiempo a su mujer ni siquiera a sus aficiones y cuando disponen de tiempo pintan, leen, o hacen aquello que siempre les habria gustado hacer. Por otro lado esa misma circunstancia de falta de tiempo quizás haya hecho que la mujer se haya encontrado siempre libre y "sin marido" y quizas también le sea dificil "ahora" compartir su tiempo con él. Es complicada la cosa.
Tienes razón Juan Adolfo, yo solo estaba hablando en hipótesis.
Por otra parte, se me ocurre que la calidad de vida de un jubilado depende, en su mayor parte, de su situación económica. Ya sé que el dinero no da la felicidad, pero en fin, hoy más que sentenciosa me siento materialista. Y tengo la sensación de que con una buena cuenta corriente la vida se afronta de otra manera, si hay buena salud, por descontado.
Me has hecho gracia, Clara, no te hacia "materialista", pero claro que si, el dinero "casi" todo lo arregla, solo que a esas edades ya se empieza a tener menos deseos de cosas; por otro lado para leer ó dibujar ó pasear o charlar con una amiga o un amigo no hace falta tanto ¿no crees?
Leido todos los comentarios que habéis hecho sobre el tema " hay vida después de la jubilación " estoy de acuerdo con casi todo lo que habéis expuesto.
Y os digo mi opinión, si tienes una salud buena, con los inevitables achaques que nos va produciendo la edad y " un dinerito " normalito que nos permite vivir con desahogo y algún caprichito de vez en cuando, la jubilación no debe se ningún problema, al revés te permite hacer un poco " lo que te da la gana" como es lógico dentro de un orden. Puedes estudiar aquello que siempre te ha gustado, pero que nunca te haz decidido hacer, viajar, pintar, leer, escribir o simplemte pasear o charlar con los amigos, es decir todo aquello que te ha gustado siempre, pero que hacías menos o no hacías, porque tenías otras obligaciones familiares y laborales. Lo ideal sería tener estas aficiones en común con tu pareja, pero como es lógico cada uno tiene sus gustos y debemos respetarlos por ambas partes, para que cada uno tenga su parcela de tiempo y los dos " vivan después de la jubilación "
si tu relación con tu pareja ha sido normal, con sus momentos buenos y menos buenos, si haz tenido con ella comunicación, si haz compartido con ella la " vida " no debe haber ningún problema. Ambos podréis dedicar mucho más tiempo aquello que os gusta, sin olvidar que se pueden seguir haciendo muchísimas cosas en común, es decir seguir haciendo lo que antes hacíais y cosas nuevas, que ahora por tener menos obligaciones os podeis permitir.
En resumen creo que la jubilación no es una carrera en la que se parte de cero, sino que es una continuación de la vida que hemos llevado, pero con muchísimas menos obligaciones y sin el afan de llegar el primero a la meta. Si hemos tenido con nuestra pareja una relación buena o mala, ambas cosas se acentuartán porque tendremos mucho más tiempo para estar juntos y poder difrutar o por el contrario tendremos más tiempo para reprocharnos el comportamiento por cada una de las partes.
Por comentario de algunos amigos, yo todavia no tengo experiencia en ese tema, una de las cosas que más distancia al matrimonio en la jubilación es cuando ella se hace, perdón la hacen abuela, y no se conforma con ser abuela, sino que quiere ser " la mejor abuela del mundo " anteponiendo a todo sus nietos, y se convierten en " chacha para todo " olvidando que tiene una pareja y porque no decirlo una obligación con su marido. Los hijos suelen ser egoistas (afortunadamente no todos) en ese tema y se suelen creer que sus padres por tener una cierta edad, ya no tienen derecho a nada y no tienen una vida propia. Me refiero en este comentario a la mujer, pues en este caso creo que es la que se vuelca demasiado y antepone sus hijos y nietos a todo lo demás. Creo que se puede y se debe ayudar a los hijos, pero siempre con una limitación que permita " a los abuelos " hacer su vida y poder tener juntos los años que le queden, una felicidad en común.
Estoy de acuerdo con el resumen final de lo que dice Miguel: es necesario, creo yo, disponer de tiempo para el jubilado y no pensar que por esa razón es un egoista. Todos, en general, han pasado por cuidar y dedicarse a los hijos y algunos por circunstancias no han podido disfrutar por esa atención a sus hijos. Lo de disponer de un "dinerillo" normal yo también creo que es básico.
Lo que yo digo, que hay que ser egoista porque sino estas mas perdido que el barco ese. Que b ien te explicas Miguel, que env idia me das. Clara a mi no me parece que te hnayas puesto sentenciosa, a mi me parece bien que haya que quererse, poque sino vas listo.
No me resisto a hacer un resumen o receta para una buena jubilación: salud, unas cuantas gotas de egoismo, una buena relación de pareja, familia a la que se quiera mucho y que te quiera, un montón de amigos, disponer de un dinero en una cantidad normal, o anormal si es tirando por lo alto, saber programarse la vida, ser optimista y positivo y reirse todas las mañanas un rato al mirarse al espejo.
Esto último lo he añadido porque todavía me dura el ataque de miedo que me ha dado mi propia imagen esta mañana. Y, decididamente, así no se llega a ninguna parte.
Clara eres genial; no he podido evitar reirme con tu comentario, sintetizas magnificamente. Mujer yo creo que también con un poco menos se podrá vivir la jubilación ¿no?. Por cierto, te diré que yo por las mañanas no me miro al espejo hasta que no me he duchado y arreglado. ¡Faltaría mas¡
Anda que no pides tu nada para jubilarse, Clara. Yo, con que pueda tener la mitad de lo que dices cuando me toque... que me queda un rato... me conformo.
Anda que si yo me mirara al espejo por las mañanas tendria pánico, no miedo. La verdad que hay que tener valor. Ya luego desayunado y con el solito fuera, pues mira, pasa uno.
Clara,completamente de acuerdo con tu resumen, lo triste es que la realidad no suele ser así.
Adriano, como " te queda un rato " para jubilarte, que invidia me das, la juventud es lo mejor de la vida.
Hoy no estoy sentenciosa ni materialista, sino vanidosa y frívola. O sea, que estoy ideal de la muerte. Lo digo para contrarrestar la imagen que ayer os trasladé en un arrebato de exagerada autoexigencia. Da igual, la verdad, pero hace ilusión eso de decir que una está estupenda y que os tengáis que fiar.
Ahora bien, mantengo lo sano de reirse de uno mismo. La autocrítica al poder... y el egoísmo también. Eso me ha encantado, Adriano.
Clara yo creo que es buenísimo eso de reirse de uno mismo... también defiendo un egoismo bien administrado. Bueno a lo mejor eres todas esas cosas que has insinuado ser y bueno eso de sentirse uno "ideal de la muerte". Al "jovencito Adriano" le diré que ya tendrá tiempo de ser egoista; ahora lo que le "pega" es ser generoso, idealista y esas cosas.
Después de lajubilación , si no hay reintegración al trabajo, lo que viene es la muerte, tras la cual nadie, por más que se lo proponga,podrá averiguar si hay alguna forma de vida extraterrena espiritual, anímica, etc.
Pero, pedantería aparte, como supongo que lo que sa ha querido decir es si hay vida "durante" la jubilación, estimo que efectivamente la hay, si bien, vivida de forma diferente según cada persona. Para algunos-as la vida se torna aburrida, para otros, la causa de una depresión porque piensa que se ha convertido en un inútil: hay quienes la viven en permanente cabreo por tener que participar en tareas caseras que siempre rehuyeron y casi nunca se enteraron que tales labores suponen un trabajo tan duro o más que cualquier otro: existe,en fin, una infinidad de formas de vida, en función de la personalidad e idiosincracia de cada cual. Pero yo destacaría dos de ellas,asaber, la del pesimista, que todo lo ve oscuro y no se atreve a caminar por miedo al tropiezo, y la del optimista, entre los que me encuentro, que consideran la jubilación como la liberación de unas "cadenas" que le impedían desarrollar todas sus potencialidades y proyectos ajenos al trabajo. Es decir, ven (vemos) la vida como un extenso campo abierto que merece la pena recorrer, explorar y disfrutar. Así que, para nosotros, la jubilación final que nos alcance cuando quiera,.... si puede... (podrá, pero "que nos quite lo bailao")
Como afinas Rafa, aunque ya veo (leo) que el comentario lo consideras una pedantería; yo habia entendido lo que queria decir la pregunta. Pero ya veo (leo) que, aunque no lo digas, si hay vida para ti "durante" la jubilación. Estamos de acuerdo.
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