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lunes, 25 de octubre de 2010

LA PALABRA


Como dice el principal personaje de una de las novelas de caracter histórico que he leído este verano, nieto del que se biografia en ella, el judío Gabriel Negreda, Visir del Rey de la Granada del s.XI, la palabra es el resultado del pensamiento elaborado en la contemplación de las cosas, hechos, sufrimientos..."


Esta lectura, y concretamente esta referencia a la palabra, me trajo a la memoria en esos dias, mejor en esas noches de brisa marina, de cambio de marea, de olor a marismas..., me trajo a la memoria digo, la tertulia, mi tertulia, y pensaba que eran ya casi dieciseis los años pasados desde la fecha en que se creó, desde que una noche de salida de Concierto y camino, como siempre, de tomar unas copas, la concebimos mi buen amigo Paco, que ya no está, se fué demasiado pronto, y yo. Y haciendo cuentas, pense que el resultado era muy positivo, al menos hasta estos momentos. Recuerdo que cuando arrancó, dimos inicio a nuestra tertulia, era yo de los terulianos de entonces el mas joven; varios de ellos aún continuan, aunque con el tiempo se han ido incorporando nuevos compañeros que, de alguna manera han ido sustituyendo a aquellos que, por alguna u otra razón, dejaron de asistir.


Y pensaba que lo que reina en la tertulia es la palabra y, en este caso, nacida de ideas distintas, variadas y hasta opuestas; hay creyentes con fe "del carbonero" y creyentes con una fe razonada, hay agnósticos, clericales de vocación, de izquierda y de derecha... anarquista, aunque nadie se lo cree, y, como dijo alguno, racionalista. Mas tarde se ha ido agregando algun que otro pragmático, pero todos defendemos nuestras ideas, nuestros pensamientos y nuestras creencias con la palabra, la palabra que es la que define, desarrolla, muestra, valora, enseña, describe... las ideas. Me gusta la tertulia y quizas por ello, por encima quizas de la amistad que haya podido surgir a traves de los años.


Hace unos dias, en conversacion con una amiga, ante un cafe mañanero y a la que quizas, seguro, no conozco aun bien del todo, me decia en medio de la charla, hablando de sentimientos, de desahogos, que ella era muy racional y que no podia evitarlo. No le dije que asi me veian mis compañeros tertulianos, pero si que no estaba muy de acuerdo con el racionalismo radical, que siempre habia que dejar una puerta abierta, dejar establecido un puente, una via de comunicación para que puedan fluir libremente los sentimientos sin filtro alguno. Y lo sentia asi cuando se lo dije. Y asi lo creo, creo que se puede ser racional, casi se debe, pero no solo eso, quedariamos, pienso, incompletos, como si no fueramos un todo. En cualquier momento debemos estar preparados para expresar nuestros sentimientos sin mas; puros, virgenes, directos... que podamos reir libremente o llorar cuando la ocasion, dar un abrazo a un amigo o una amiga... saber participar, sintiendolo, de los sentimientos de los otros. Y si la ternura me invade la dejo que salga.


Dicho queda.

1 comentario:

Adriano dijo...

Vaya te has tirado al palo de tal manera que se me quitan las ganas hasta de entrar por aqui. ¿Que pasa? Como un amigo me dice, trabajas menos que los indios, menos mal que aun no se me han quitado del todo, las ganas. Pues si yo tambien creo en la palabra, lo que pasa que hay alguno que le dan... que no hay quien los pare. Yo por ejemplo, pero lo reconozco me gusta hablar y fijate creo que hasta es bueno.