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martes, 29 de enero de 2013

El Cuentacuentos y la Ternura





No lo puedo remediar, pero me encanta convertirme, de vez en cuando, no siempre las circunstancias son propicias, en un "cuentacuentos". Un "cuentacuentos interactivo", utilizando la terminología del momento. Un "cuentacuentos" torpe, que no sabe si la Princesa vive en el Castillo o en una cabaña del bosque,  olvidadizo, que  de pronto no recuerda por dónde va la historia y tienen que recordárselo, ... tanto, tan raro resulta el "cuentacuentos" que, los que lo escuchan, no tienen mas remedio, en muchas ocasiones, que intervenir en el cuento... para que este continúe y vaya tomando cuerpo de verdadero cuento.

.- ¡Cuentacuentos!, te falta la mariposa, la mariposa de colorines.

.- ¡Cuentacuentos!... ¿Un camello en un bosque con Castillo?

... Y así, poco a poco, tropiezo tras tropiezo, el "Cuentacuentos" va creando, "naciendo", un nuevo cuento, bueno, vamos creando un nuevo cuento, que todo hay que decirlo.

.- ¡Que así no era abuelo! La Princesa era rubia con unas trenzas muy largas y no con el pelo rojo de puntas y unas pinzas de colores,  y tenía corona de Princesa.

 Y así, equivocándose una y otra vez, hay que tener en cuenta que el "Cuentacuentos" es torpe con ganas, la destinataria sin querer, con gestos de perdonarle la vida al "Cuentacuentos",  va ayudándole a desarrollar el cuento.

Claro que, a veces, al "Cuentacuentos", por sus torpezas y olvidos, le llueven algunas consecuencias.

.- Abuelo, tu eres un poco parlanchín. (Lo dice una "escuchacuentos de 4 años)

.- ¿Tu has oído lo que me ha dicho? Le digo a otra escuchacuentos de 7.

.- Es que parlanchín, para ella, quiere decir que tu dices cosas interesantes.

.- ¡Ah!

Hace años, bastantes, estando en casa de unos amigos, de esos que solemos decir de toda la vida, y no se porque, hablábamos del paso del tiempo en el matrimonio, en la pareja; nos vemos de tarde en tarde. Y me aventure a opinar, a decir lo que pensaba sobre el tema. Lo que creía entonces, y sigo creyendo hoy, a pesar de todo lo que me ha llovido, era que entendía que en las relaciones de pareja, si esta no se ha roto antes, que ocurre con mucha más frecuencia de lo que se cree, , cuando con los años van "relajando se" las pasiones y otras lindezas, debería reconvertirse todo ello en una hermosa amistad, profunda complicidad... y  una gran ternura

A un amigo, también de los denominados de toda la vida, separado por segunda vez, -"quiero vivir tranquilo los años que me queden de vida"- le decía que su problema era que solo tenía hijos, que no conocía el mundo de los nietos, el mundo de la ternura; suficiente para hacer todos los sacrificios del mundo y quedarse, renunciando a los deseos que decía antes, de amistad, complicidad y ... todo eso.

La ternura de los nietos.

El mundo de los niños es un mundo de ternura, por ellos y para uno mismo, y si consigues entrar en él, "vivirlo", compartirlo, puede compensarte de otras sensaciones casi olvidadas.

A quien el "Cuentacuentos", aquella tarde, le narraba, le creaba y le contaba un cuento, jugaba, al parecer muy concentrada, con sus cosas, con total indiferencia a lo que el "Cuentacuentos" iba contando, sin que, aparentemente, existiera la mas mínima posibilidad,   de que el "Cuentacuentos" fuera a tener el menor éxito. Sin embargo... sin levantar la cabeza, sin mirarle siquiera le dijo:

.- Falta la mariposa, abuelo.

.-Ah, es verdad, se me había olvidado.

.- ...  de colorines.

Ya, le dijo el "Cuentacuentos" mientras seguía contándole.

.- ¿Un camello en el bosque de la Princesa?.
 
.- Pues... si.
 
.- Es que los camellos no están en los bosques de las Princesas, están los caballos de los Príncipes , abuelo.

El cuento termino, bueno lo terminaron el "Cuentacuentos" y su nieta. Y fue entonces cuando levantándose de donde estaba jugando, se le acerco y le dijo: " Abuelo, tu eres un poco parlanchín" (4 años) y cuando su hermana, (7 años) al ver la cara del abuelo-Cuentacuentos, le dijo: "Para ella parlanchín quiere decir que dices cosas interesantes, abuelo."

La ternura en su estado puro, se dijo para si el "Cuentacuentos", antes de dar una cabezadita, que ya iba siendo hora.
 

 
NOTA: Cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia.

2 comentarios:

jara dijo...

Esos sentimientos de ternura, de complicidad, creo que han de ser muy parecidos a los que se sienten por los hijos. No tengo nietos, pero si hijos y son muchos los momentos en los que se viven esas sensaciones, tanto si se ejerce de "cuentacuentos", o si se comparte juegos con ellos, etc. Hay una etapa en la infancia, en la que todo es como un cuento, una etapa con sus colores determinados, sus sonidos, olores, todo es mágico y posible...Y de pronto se descubre que el cuentacuentos siempre está ahí y los niños han crecido y están preparados para contar sus cuentos...Feliz el cuentacuentos que tiene la posibilidad de volver a serlo con sus nietas...Disfrútalo.

jara dijo...

Esos sentimientos de ternura, de complicidad, creo que han de ser muy parecidos a los que se sienten por los hijos. No tengo nietos, pero si hijos y son muchos los momentos en los que se viven esas sensaciones, tanto si se ejerce de "cuentacuentos", o si se comparte juegos con ellos, etc. Hay una etapa en la infancia, en la que todo es como un cuento, una etapa con sus colores determinados, sus sonidos, olores, todo es mágico y posible...Y de pronto se descubre que el cuentacuentos siempre está ahí y los niños han crecido y están preparados para contar sus cuentos...Feliz el cuentacuentos que tiene la posibilidad de volver a serlo con sus nietas...Disfrútalo.