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jueves, 1 de febrero de 2018

FENOMENOS PARAPSICOLOGICOS, EL PADRE PILON Y OTRAS CURIOSIDADES.








“Cuando un viejo muere, muere una biblioteca”.  No se dónde lo leí.
Rudyard Kipling lo explica: cuando fue, de chiquillo, a entrevistar a Mark Twain, vio que el escritor se dejaba la pipa de mar que fumaba, y sintió que podía robársela, pero R.K. dejo la pipa. Para algunos indios americanos, pensó, si le robas a alguien un objeto te llevas con él su alma.
  
   En una tribu africana, se cuenta en un pequeño libro de Antropología que guardo por ahí, que cuando alguien muere, no se considera que ha fallecido, sino que pasa a formar parte de los “muertos vivientes” mientras perviva el recuerdo de su nombre, vamos mientras se le recuerde y se hable de él. Cuando su nombre pasa al olvido es cuando se acepta que realmente ha fallecido. Sobe esto se suele decir que nadie ha muerto de verdad mientras haya alguien que le recuerde.

   ¿Tienen las cosas alma? ¿acaban las cosas que usamos constantemente durante años teniendo algo nuestro?

   El Padre Pilón, jesuita, era un especialista en temas esotéricos, parapsicológicos, hechos inexplicables,… eso que el habla de la calle llama, denomina, misterios.
  
   Del Padre Pilón se cuentan anécdotas, comentarios…de los que alguno de ellos le oí decir por televisión: “De alguna manera una butaca usada durante años por una misma persona acaba quedándose con algo de ella.” Y también le oí decir que “todo lo que ocurre, ocurre de tejas para abajo”.
   
   Oscar González Quevedo, también jesuita, estudioso asimismo de estos temas, creó la primera Cátedra de Parapsicología en Brasilia. Mantuve correspondencia con él, aunque desgraciadamente para mi muy corta. Escribió varios libros sobre todo esto, “El rostro oculto de la mente” es uno de ellos, que conservo,  pero en especial destaco uno, que también tengo en mi biblioteca, que  me resulto interesantísimo. En el recoge el ExPadre Oscar Quevedo, dejo la Compañía de Jesús, al parecer por la edición de un tratado sobre el demonio que había escrito, creo recordar, aunque no tengo los datos exactos, una serie de casos, hechos, supuestos o como quiera llamarse, completamente documentados, sobre sucedidos asimismo completamente inexplicables pero que han sucedido. La fiabilidad de esos casos que describe el jesuita esta en que detalla, en muchos de ellos, la universidad donde se hicieron las pruebas y numero del expediente donde constan las mismas. Es decir, puede comprobarse. El libro, además de interesante, es extenso  en casos, que desde la  normalidad de nuestra rutina diaria y nuestra visión del mundo que nos rodea  sobre lo que nos están explicando, los englobamos como hechos extraños…en algunos casos, en otros somos escépticos, directamente no nos lo creemos. De todos ellos me quede con tres sucedidos, que al menos en uno de ellos, hubo explicación. Uno de ellos trataba de una mujer, casada, su marido piloto naval, en ese momento embarcado, que estaba leyendo en la cama justo antes de dormir, y que, en un momento dado levanta la vista y ve a su marido, vestido de uniforme a los pies de la cama. ¿Qué haces aquí? ¿cuándo has llegado? Le dijo asombrada porque sabía que estaba en la mar. En ese momento la imagen del marido desapareció. Aunque parezca raro no le dio importancia pensando que se había quedado dormida y se trataba de un sueño. Al día siguiente le comunicaron que su marido había muerto junto con todos los tripulantes al naufragar el mercante donde iba. Otro de los casos estaba protagonizado por una niña de corta edad que era capaz de mantener una conversación en cualquier idioma. Como era de esperar la niña fue estudiada una y otra vez, se hicieron conjeturas sobre unos supuestos poderes de la niña…hasta que se consiguió poder llevarla a un departamento especializado de la Universidad donde vivía para poder estudiarla con más detalle. Después de múltiples pruebas a alguien se le ocurrió “tapar”, cubrir, a la niña con una campana de cristal de gran grosor…y la niña dejo de hablar idiomas. Al parecer la niña disponía de una potente fuerza mental que hacía que de alguna manera “entrase” en la mente del interlocutor de turno y captase su lenguaje. Mas o menos esa es la explicación que dieron, que consta en los expedientes de aquella Universidad y que leí, que yo recuerde. Hay otro caso de otra niña, que no se recoge en el libro que cito, pero que muestra como en un porcentaje alto de estos “misterios”, tienen de alguna manera, una explicación. El caso era que en la casa donde vivía la niña se producían unos llamados “fenómenos” paranormales; se abrían y cerraban puertas, se fundían lámparas…y alguna cosa mas. Se daba por supuesto que la casa estaba “encantada”. Como ocurre también en muchos de estos casos se procedió a estudiar la vivienda por medio de un equipo de parapsicólogos. Y como suele ocurrir también en estos casos, no había casa encantada ni fantasmas juguetones, se trataba de la niña. Cualquier enfado o contrariedad de la niña daba lugar a todos esos fenómenos. Como en otros muchos casos, se trataba de la mente humana. Y no quiero dejar de contar el tercer sucedido que elegí del libro del exjesuita Oscar González Quevedo. Este era-fue un caso curiosísimo, que demuestra una vez más la fuerza y el poder de la mente humana, de los que todavía, aun, no se tiene conocimiento del porqué. Se trataba del conocido submarino nuclear americano “Nautilus”. En el primer viaje-navegación que hizo el Nautilus, se le encomendaron una serie de pruebas entre las que se encontraba comprobar su comunicación con la base, en un puerto de los EE.UU., a su paso por las aguas del Polo Norte, pero lo interesante no era solo eso, ya que además de comprobar esa comunicación tecnológica del submarino, también se quería comprobar la comunicación mental mediante “médiums”. Para ello, y como parte de la tripulación, iba un llamado “médium” que intentaría comunicarse con otro “médium” en la base   justo cuando la nave pasase por debajo de dicho Polo. La comunicación se llevó a cabo y…llego antes la del médium. Son datos recogidos en documentos y escritos sobre este primer viaje del primer submarino nuclear americano.

   Por puro afán de conocimiento, leo bastante, que no estudio, no tengo estudios sobre ello, sobre neurociencia, a través de libros de divulgación sobre esta ciencia, voy conociendo algo de nuestro maravilloso cerebro del que se va sabiendo mucho su porqué pero no el cómo. Casi todos los libros que he leído acaban diciendo lo mismo; no sabemos cómo funciona el cerebro.

   Uno de los últimos libros leídos/estudiados, trata sobre las Alucinaciones, del Dr. Oliver Sacks, fallecido no hace mucho, autor como muchos de los libros que tengo sobre esta ciencia. En este estudio no solo describe las causas y manifestaciones de esta enfermedad, relacionada de alguna manera con la esquizofrenia y la demencia, sino que además describe algunos casos de su clínica. Concretamente el de una paciente que cuando ya estaba acostada, leyendo, veía a los pies de su cama a personas paseando. Parece, en principio, que puede tener alguna relación con los casos relacionados en el libro de sucedidos descrito mas arriba. No se trataría de  ningún fenómeno parapsicológico, sino de una enfemedad mental, en principio. Sobre este tema de alucinaciones, apariciones, visiones, tuve una experiencia este verano, que precisamente acababa de leer el libro Alucinaciones, con una amiga de mi mujer, que de manera informal hablando del libro que acababa de leer me dijo, asi, sin mas, de pronto: “”Yo veo todos los días a Paco, mi marido.” A veces le tengo que decir, ya está bien, para que me deje tranquila. ”” A pesar de lo que había leído, de lo que ya conocía sobre las alucinaciones, me cogió sin saber que decir. Pero me dijo más; “”yo veo a mis amigos muertos por la calle.””. Y lo decía con la mayor naturalidad, sin darle mayor importancia, como si el hecho de decir que ve uno a sus amigos muertos por la calle fuese lo más natural del mundo. Era evidente que se trataba de una enferma y que en  ningún caso tenía que ver con fenómeno parapsicológico. Pero aún tengo otro caso y este personal. Se trata de  mi hermano Carlos. En este fin de verano pasado tuvo que ser ingresado en la UCI, resultado de secuelas producidas por la quimio aplicada a un tumor. Tenía los pulmones sin funcionar, los riñones casi y el corazón agotado. Cuando me tocó el turno de verlo, en ese momento no le habían aplicado aun una inyección de aire a los pulmones, que luego le salvaría, en un momento dado me dijo: “”Mama ha estado aquí” y me señalaba justo a su lado, “”y me ha dicho que no me preocupe, que todo ira bien.”” Lo decía totalmente convencido. Tenía alucinaciones; a su cerebro no le estaba llegando suficiente oxigeno por sus pulmones en mal estado. O puede haber alguna enfermedad mental añadida. En este caso tampoco creo se pueda hablar de fenómeno parapsicológico.

  1. Sobre estos llamados misterios paranormales, milagros, escuchas, sonidos…me quedo con lo que dijo el jesuita Padre Pilón en su día en la televisión: “”Todo lo que ocurre ocurre de tejas para abajo.””


1 comentario:

Jose Cuadros Moreno dijo...

En el evangelio de San Marcos se sitúa a Jesús en la sinagoga, en el comienzo de su vida publica, allí el Señor explica los textos sagrados, no desde las citas serviles de los rabinos, sino de una manera personal y con autoridad, que nada tiene que ver las cargas insoportables de inútiles normas y practicas religiosas de los rabinos y sacerdotes.
En la sinagoga apenas hay vida, solo esclavitud y una gran masa de excluidos sociales como en la actualidad, por eso se dice que aparece en ella el espíritu inmundo de la muerte, el demonio como causante de todos los males, las enfermedades especialmente las mentales, quienes las padecían sedecía estaban poseídos por el demonio, causando pavor y pánico. Hoy la ciencia lo explica de forma natural sin acudir a los demonios.